Los argentinos pagarán más caros los productos e insumos importados cuando en el Gobierno no esté más el kirchnerismo con sus licencias de importación. Las exportaciones perderán competitividad y será menos rentable vender afuera sin este gobierno, aun con una reducción progresiva de las retenciones y la eliminación de los cupos para exportar.
Los argentinos pagarán más caros los productos e insumos importados cuando en el Gobierno no esté más el kirchnerismo con sus licencias de importación. Las exportaciones perderán competitividad y será menos rentable vender afuera sin este gobierno, aun con una reducción progresiva de las retenciones y la eliminación de los cupos para exportar.
Este panorama de importaciones cada vez más caras y exportaciones cada vez menos rentables podrá cumplirse antes de 2020. ¿Por qué? Porque el transbordo de cargas en terceros puertos sumará un movimiento más (un nuevo costo) a la llegada de las importaciones (y la salida de las exportaciones), y como todo costo en una cadena comercial se trasladará a los extremos: el consumidor argentino, por un lado, y el fabricante nacional (que podrá perder mercados si sus productos en el exterior se encarecen). El transbordo será una realidad inevitable si los puertos argentinos no se adaptan al tamaño mayor de los buques que se vienen. Y los puertos no podrán adaptarse si el Estado no los tiene en sus planes políticos, es decir, si no planifica.
Pocos errores fueron más típicos y catastróficos en la historia como el acto negligente de subestimar.
Subestimar obnubila la capacidad de prevenir, y condena a costosas curaciones. La planificación preventiva (desde crear fondos anticíclicos económicos hasta advertir movilizaciones populares espontáneas o sospechar antes de avanzar si un enemigo se repliega sin mayores bajas) es siempre una garantía.
La dirigencia argentina -y latinoamericana en general, salvo excepciones- subestima el 43% de incidencia que tienen los puertos y el transporte marítimo en la economía, según la Cepal. En 2010, la actividad económica latinoamericana creció a un promedio del 4/5 por ciento. La actividad portuaria lo hizo entre un 15/20 por ciento. "A este ritmo de crecimiento, necesitaremos el doble de puertos en 5 años", señala Ricardo Sánchez, especialista en Transporte de la Cepal.
En Brasil, el tema Puertos depende de una política del Estado. En la Argentina, de la política de un Gobierno.
Por Emiliano Galli | LA NACION
09/08/11
LA NACION