Rechazó el CFP la solicitud para pescar más anchoíta

La habían presentado dos armadores marplatenses. Desde el INIDEP descartaron que se ponga en peligro el recurso. La decisión tiene un anclaje más político que biológico, pero que desnuda falencias.

La habían presentado dos armadores marplatenses. Desde el INIDEP descartaron que se ponga en peligro el recurso. La decisión tiene un anclaje más político que biológico, pero que desnuda falencias.

El Consejo Federal Pesquero rechazó el recurso de reconsideración presentado por dos empresas armadoras de Mar del Plata que pretendían una autorización de captura adicional de especies pelágicas.

La solicitud había ingresado semanas atrás por las empresas Urbipez S.A –del grupo Augusta Megara– y Gaad Group SA, para los buques “Salvador R” y “Araucania”, respectivamente. El primer solicitante había pedido 2 mil toneladas adicionales de anchoíta y el segundo, 800 toneladas más.

El pedido fue rechazado, según consta en el Acta Nº 32/10 del CFP. El cuerpo aseguró en su respuesta que las especies pelágicas a las que se referían los administrados no se encuentran sujetas a régimen de administración mediante CITC hasta el presente. De ahí que no resulte procedente la “asignación” solicitada”.

Y de paso los consejeros aclararon que “el incremento de la autorización para la captura de especies no cuotificadas, importa un aumento del esfuerzo pesquero contrario a la política de reducción que ha sostenido el CFP en la última década, con numerosas acciones emprendidas”.

No obstante el rechazo, las empresas radicadas en el puerto de Mar del Plata presentaron un recurso de reconsideración. Argumentaron que la anchoíta es una especie excedentaria, afirmando que los buques “que poseen permiso para todas las especies” no se dedican a la zafra de la anchoíta, mientras buques que sí lo hacen cuentan con cupos exiguos como el caso que plantea nuevamente.

Equivocándose de medio a medio, las empresas solicitantes, cada una por separado pero con los mismos argumentos, expresaron que “se trata de un recurso propio – se diría exclusivo– de la Provincia de Buenos Aires”.

Más allá de la inexactitud, muchos en el puerto marplatense estaban aguardando con ciertas expectativas la respuesta del CFP a las demandas presentadas. Entendían que se trataba de una especie excedentaria y 2.800 toneladas no ponían en riesgo la salud del recurso.

Si bien este medio intentó –sin éxito– comunicarse con las empresas armadoras que formularon la solicitud ante el cuerpo para conocer sus impresiones ante la decisión desfavorable, desde el INIDEP, Jorge Hansen, científico que lleva más de 30 años estudiando el comportamiento de las especies pelágicas, brindó algunas precisiones desde lo biológico.

“La sugerencia de captura biológicamente aceptable que formulamos a la autoridad de aplicación está hecha bajo modelos muy conservadores”, dijo el investigador a REVISTA PUERTO.

En ese sentido, remarcó el biólogo que “aumentar el esfuerzo pesquero en esos niveles solicitados no pone en riesgo la salud del recurso”, y dijo “desconocer” los motivos por los cuales el Consejo tomó esa decisión, aunque no cree que haya sido para proteger la sustentabilidad del recurso.

LOS ARGUMENTOS DEL CFP
En el análisis de la solicitud y luego de repasar el respaldo administrativo de los permisos de pesca y los sistemas de administración de los recursos en que aclaró que “no existe en la actualidad una autorización de captura ilimitada de ninguna especie”, el CFP sostuvo que para las autorizaciones para la captura, subsistentes y provenientes del régimen anterior a la Ley 24.922, “es cierto que algunos buques cuentan con límites más bajos que otros. Y es posible que algunos buques no capturen una o más de las especies autorizadas. También es cierto que existen diferencias en las aptitudes jurídicas para la captura de especies y cantidades”.

El CFP explicó en su decisión que ha promovido y llevado adelante una política firme y sostenida de reducción del esfuerzo pesquero, que puede zozobrar si no contempla el sistema de administración del recurso en su conjunto.

“Para todos los armadores en estos momentos son insuficientes todos los recursos que pueden pescar”, consideró Lisandro Belarmini, representante suplente de la Provincia de Buenos Aires en el CFP, ante la consulta de REVISTA PUERTO.

“No es prudente autorizar este aumento del esfuerzo pesquero más allá de tratarse de una especie excedentaria porque dejaríamos el precedente para el resto de los administrados y esto afectaría la política de reducción que se instrumenta desde hace más de cuatro años”, consideró el representante.

La Subsecretaría de Pesca solicitó al CFP este año que establezca la captura máxima para la anchoita bonaerense (al norte el paralelo 41º S) en 120 mil toneladas y para la patagónica (al sur del paralelo 41º S) en 100 mil toneladas.

Al 24 de septiembre, según la estadística oficial de la cartera de Pesca, Mar del Plata reúne la totalidad de desembarques de anchoíta en lo que va del 2010. Se llevan desembarcadas 9.424 toneladas. Menos del 10 por ciento del total asignado bajo parámetros de sustentabilidad.

Queda claro entonces que la del CFP fue una decisión más política que biológica. También se torna tangible la pretensión de bloquear cualquier intento de incrementar las capturas de anchoíta esconde la precariedad de los controles.

Porque de otra forma no se comprende la negativa de permitir que un buque como el “Araucania”, que ha pescado y pesca merluza sin permiso, no pueda capturar anchoíta con licencia.

El razonamiento sería el siguiente: Cómo no se puede controlar que lo que se autoriza a pescar sea efectivamente anchoíta, mejor no se permite que se pesque nada. Con esa lógica, no hay manejo pesquero que resista el menor análisis.
Por Roberto Garrone / Fotos de Guillermo Nahum

01/10/10
REVISTA PUERTO

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