Los especialistas explican cómo impactarán los efectos negativos en la Región

Los científicos locales coinciden en señalar que el impacto general del cambio climático puede resumirse en una sola idea: “generará situaciones extremas”.

Los científicos locales coinciden en señalar que el impacto general del cambio climático puede resumirse en una sola idea: “generará situaciones extremas”.

En un futuro cercano -que nadie se atreve todavía a definir con exactitud- las aguas del Río de la Plata podrían dejar de ser dulces y adquirir el sabor del mar, una transformación que marcará el límite al abastecimiento de agua potable de ese curso para millones de habitantes.

‘En el Río de La Plata, el principal inconveniente pasa por la posibilidad de la salinización’, advierten los científicos locales

En un futuro próximo, también, las regiones dominadas por las lluvias y las regiones dominadas por el clima seco en Buenos Aires y las provincias limítrofes podrían sufrir severas modificaciones. Entre ellas, se cuenta el "desplazamiento" de la Pampa Húmeda hacia el sur, sobre la Patagonia.

También en ese plazo, se estima que los termómetros de la región comenzarán a habituarse a temperaturas mínimas anuales mucho más elevadas que las de ahora. Además, se registrará un aumento en la extensión de los períodos calurosos en el año.

Pero eso no es todo. También podría registrarse un aumento de las granizadas (que ya comienza a hacerse sentir), de las inundaciones (por el crecimiento del nivel del mar y por el aumento de las precipitaciones en zonas poco lluviosas) y de otros eventos similares.

Esas oscuras predicciones forman parte de los pronósticos elaborados por un grupo de especialistas y científicos platenses puestos a analizar con una mirada local cómo impactarán en nuestra región los efectos del cambio climático.

La semana pasada, el hombre volvió a recibir una nueva y severa advertencia sobre la aceleración del proceso de calentamiento global y de la modificación del clima como consecuencia de su accionar irresponsable en la Tierra, en el informe que redactaron los científicos más prestigiosos del mundo reunidos en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Las conclusiones -que fueron presentadas después de una semana de deliberación en la sede de la UNESCO, París- son tan firmes como alarmantes. El calentamiento global -dijeron los especialistas- es un proceso irreversible y al planeta le demandará al menos mil años poder remediar los efectos de la acción del hombre sobre la naturaleza y el medio ambiente.

De acuerdo a lo que expusieron en París, en el próximo siglo, la temperatura media de la Tierra aumentará entre 1,8 y 4 grados centígrados, lo que acentuaría una tendencia que ya se verificó en el siglo XX, cuando se registró un aumento de 0,7 grado.

Además de como predicción, el aumento de las temperaturas también aparece como realidad vigente. En efecto, 11 de los 12 últimos años se sitúan como los más cálidos desde 1850.

Entre la lista de los principales efectos que se sentirán en el próximo siglo debido al cambio climático, los expertos del Panel Intergubernamental que se reunió en París destacaron el aumento del nivel de los océanos entre 28 y 43 centímetros, aunque no descartan valores superiores.

De aquí al 2100, en el planeta también se verificarán otros cambios negativos, advirtieron: básicamente, se acelerará el ritmo de fenómenos atmosféricos extremos, tales como el surgimiento de períodos de mucho calor (conocidos como canículas) y de sequías.

¿Qué parte de esos efectos se sentirán aquí? ¿Cómo afectarán esos cambios? ¿Para qué tipo de eventos deberíamos estar preparados?

A nivel regional, los especialistas destacan que si bien algunos de las oscuras proyecciones trazadas por los científicos en París no tendrán aquí un impacto significativo, sí lo tendrán otras, referidas básicamente a las modificaciones climáticas que derivarán en cambios en los ecosistemas, en la agricultura, la ganadería y las condiciones de vida.

"SITUACIONES EXTREMAS"

Juan Manuel Hörler es licenciado en Meteorología y presidente del Centro Argentino de Meteorólogos, una entidad que reúne a más de 150 profesionales en esa especialidad en todo el país. Desde hace 30 años que vive en la Ciudad y se desempeña como profesor en la Escuela Naval de Río Santiago, de donde egresó como guardiamarina.

Para Hörler, el impacto general del cambio climático -sobre cuyas consecuencias viene advirtiendo desde hace ya muchos años- puede resumirse en una sola idea: "generará situaciones extremas".

"El aumento de la emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera y el consecuente calentamiento global se verificará, a nivel local o regional en el aumento de las temperaturas mínimas y no tanto en las máximas", apunta Hörler.

Hörler -uno de los científicos platenses que más temprano salió a denunciar con énfasis las consecuencias del cambio climático- insiste con que el impacto será mucho mayor en el hemisferio norte, ya que en el hemisferio sur, eminentemente náutico, los mares dominantes atenuarán los efectos del calentamiento global.

A la hora de describir qué se puede esperar específicamente en nuestra región, Hörler no duda en señalar las variaciones en las zonas de lluvia y de sequías. "En Argentina, el límite de las zonas húmedas está corriéndose cada vez más al sur. Hasta hace un tiempo, se entendía que la región patagónica, con sus características climáticas, se extendía hasta el sur de la provincia de Buenos Aires. Y hoy, esa zona ya puede considerarse parte de la pampa húmeda y no de la Patagonia", afirma.

En cuanto a la elevación de los niveles de los océanos, el especialista apunta que en ese sentido, las costas de la provincia de Buenos Aires parecen encontrarse bien preparadas "porque son altas y porque hay muchas zonas con acantilados". Sin embargo, destaca que en zonas de costas más bajas, hacia el sur de la provincia y a la altura de, por ejemplo, Bahía Blanca, sí podría llegar a presentarse problemas y a generarse inundaciones.

Pero la elevación de los niveles de los mares que proyectaron los especialistas en París podría tener, en nuestra región, una consecuencia todavía más grave. "En el Río de La Plata, el principal inconveniente pasa por la posibilidad de la salinización", advierte Hörler.

"Esto se podría generar a partir de dos fenómenos ligados con el cambio climático: por un lado, el aumento de los niveles del mar y, por otro, la caída en las precipitaciones en el sur de Brasil y en la mesopotamia Argentina que derivan en un descenso en los caudales de los ríos Paraná y Uruguay que, a su vez, disminuyen su presión sobre el Río de La Plata. Entonces, se podría producir la salinización de ese curso, con consecuencias muy graves, porque hay que recordar siempre que millones de habitantes de La Plata y de los partidos del sur del conurbano bonaerense se abastecen de agua potable de tomas del río", advierte.

LA "TROPICALIZACION"

Jorge Frangi es director del Laboratorio de Investigación de Sistemas Ecológicos y Ambientales (LISEA) de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales y de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP. En 2001, participó activamente desde su especialidad en el informe anterior del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, un tema que conoce y estudia desde su impacto biológico.

Para Frangi, los cambios que pueden desencadenar estas modificaciones a nivel planetario son muy amplios. "Cuando se nos dice que la temperatura del planeta va a subir tantos grados hay que pensar que entonces se ponen en marcha una infinidad de procesos biológicos", explica.

Por ejemplo, señala, en el proceso de "tropicalización" de zonas templadas que se producirá en nuestra región como consecuencia del cambio climático, hay que observar qué generará eso en cada especie en particular.

"Si una especie de árbol no puede soportar ese cambio y desaparece, algunos de los bichos que se alimentaban de él pueden desaparecer también pero otros pueden comenzar a alimentarse de otras plantas y sobrevivir. Con el cambio de los ecosistemas, las especies van a responder individualmente", destaca.

Como Hörler, Frangi también señala que a escala global, el más afectado por el cambio climático va a ser el hemisferio norte, que es eminentemente terrestre, sobre todo en las zonas de mayor altitud. "Nosotros, en el hemisferio sur, estamos protegidos por el efecto atemporizador de los océanos".

"Sin embargo, cuando se habla de los efectos que pueden impactar acá hay que entender que esto es un fenómeno global. Cuando se advierte sobre el fenómeno de los cambios de temperatura que están afectando a los bosques de coníferas del Europa que son un enorme depósito de materia orgánica y que se va a convertir en una fuente emisora de dióxido de carbono a la atmósfera, se puede pensar ¿y eso en qué le puede importar a un habitante de La Pampa? Pero hay que ir más allá y entender que esto es un fenómeno global".

11/02/07
EL DIA

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