Un alto responsable del departamento de gestión de desastres de Indonesia ha señalado que, hasta el momento, el tsunami ha provocado al menos 449 muertos y 96 desaparecidos, cifra que puede variar en las próximas horas
Un alto responsable del departamento de gestión de desastres de Indonesia ha señalado que, hasta el momento, el tsunami ha provocado al menos 449 muertos y 96 desaparecidos, cifra que puede variar en las próximas horas
Al menos 449 personas murieron y 96 estaban en paradero desconocido este domingo tras el tsunami provocado el lunes por un seísmo de magnitud 7,7 en un archipiélago del oeste de Indonesia, según un nuevo balance anunciado por las autoridades. Las tareas de búsqueda se ven dificultadas por el aislamiento de los pueblos de pescadores diseminados por las costas de las islas Mentawai, frente a la isla de Sumatra, algunos de los cuales fueron barridos por olas de más de tres metros de altura.
Los equipos de rescate están tratando de llegar a aldeas aisladas para comprobar la situación de sus habitantes, pero las lluvias torrenciales que afectan a la zona están provocando olas de más de tres metros, lo que imposibilita que las embarcaciones puedan llegar a las costas.
Una breve etapa de calma permitió descubrir a 135 supervivientes que se habían refugiado en un terreno alto de la isla de Pagai Norte.
También se está dando la circunstancia de que otros supervivientes están llegando a los refugios temporales, pero muchos deciden regresar a lo que queda de sus aldeas después de recibir atención, especialmente comida y bebida.
Las autoridades indonesias creen que la mayor parte de los desaparecidos pueden haber fallecido y se encontrarán enterrados bajo la arena movida por el tsunami.
El tsunami fue provocado por un terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter, que sacudió las proximidades de la isla de Sumatra y que arrasó varias islas remotas del oeste de Indonesia. El epicentro del terremoto se ha situado a 78 kilómetrosde Pagai Sur, en las islas Mentawai. Numerosos edificios de la localidad costera de Betu Monga quedaron destruidos, ha indicado Hardimansyah, un responsable de la oficina regional del Departamento de Pesca. "De las 200 personas que viven en esta localidad, sólo 40 han sido encontradas, otras 160 están todavía desaparecidas, en su mayoría mujeres y niños", ha explicado.
"Hay personas que han contado en el puesto de seguridad que no pudieron mantener a sus hijos en sus brazos, que fueron arrastrados. Mucha gente está llorando",ha añadido. Según Hardimansyah, el 80 por ciento de las casas en la zona resultaron dañadas y hay pocos alimentos.
Por otra parte, un barco con turistas en el que viajaban entre 8 y 10 australianos no ha mantenido contacto por radio desde el terremoto, ha informado el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio australiano en un comunicado.
Asimismo, el resort surfero de Macaronis, en la isla de Pagai Norte, también ha resultado gravemente dañado. En un comunicado, World Surfaris ha indicado que Macaronis ha sufrido "un nivel de devastación que ha dejado el resort inoperativo".Según ha relatado un surfero por Facebook, todas las villas han sido "arrasadas"por el tsunami.
La Policíalocal de las Mentawai está buscando a los desaparecidos y creando puestos de emergencia, ha explicado Ronald, un agente en la comisaría del distrito de Sikakap. "Damos por hecho que la gente necesitará alimentos y cobijo. Está lloviendo mucho y el viento es muy fuerte", ha añadido.
Mudjiarto, el responsable de la unidad de respuesta de desastres del Ministerio de Sanidad, ha explicado que se han encontrado dos cuerpos cerca de la isla de Sipora, y que todavía hay varios desaparecidos. En la isla de Pagai Sur, las olas penetraron unos 600 metrosen las localidades costeras, mientras que en Pagai Norte las olas llegaron al tejado de las casas, ha concluido.
El Papa pide ayuda para las víctimas
El Papa, Benedicto XVI, ha pedido a la comunidad internacional que "haga todos los esfuerzos para proporcionar la ayuda necesaria" a Indonesia, afectada por un
tsunami y la erupción del volcán Monte Merapi.Además, el Papa ha manifestado su cercanía con la población de Benín, afectada por continuas inundaciones desde hace un mes, que, según ha declarado el Pontífice, han provocado "una situación higiénico-sanitaria muy precaria".
Benedicto XVI ha pedido a la comunidad internacional que impulse iniciativas para "aliviar el dolor de los que sufren por esta devastación" y ha expresado su "cercanía y oración" a las familias de las víctimas, además de manifestarles su pésame por la "pérdida de sus seres queridos".
31/10/10
COPE.ES