La economía de Brasil correrá el riesgo de colapsar en el futuro si siguen aumentando las temperaturas en las próximas décadas, según concluyeron expertos del Panel Internacional de Cambios Climáticos. La agricultura sería la principal afectada, donde el volumen de granos podría caer a la mitad.
La economía de Brasil correrá el riesgo de colapsar en el futuro si siguen aumentando las temperaturas en las próximas décadas, según concluyeron expertos del Panel Internacional de Cambios Climáticos. La agricultura sería la principal afectada, donde el volumen de granos podría caer a la mitad.
La economía brasileña correrá el riesgo de colapsar en el futuro, si continúan subiendo en las próximas décadas las ya altas temperaturas de la Tierra, según concluyeron expertos del Panel Internacional de Cambios Climáticos (IPCC), dependiente de la ONU, se informó hoy.
Para los expertos el síntoma más anunciado de esta potencial crisis, se manifiesta en la agricultura donde el volumen de granos podría caer a la mitad en el próximo siglo debido al calentamiento del clima y a la reducción de las áreas cultivables de importantes productos agrícolas del país.
Según el informe recopilado por la Universidad de Wharton en Filadelfia, esta situación, que reclama una "posición urgente" de parte del gobierno brasileño en asuntos climáticos, parece ser fruto de "la actual ambición por el progreso".
El IPCC confirmó que los últimos seis años han sido los más calurosos de la historia y la concentración actual de gases en la atmósfera es la mayor en 650 años. El organismo sostuvo que en Brasil, se constataron importantes alteraciones climáticas en su territorio durante los últimos años y en 2005, una sequía en la Amazonia hizo que la región tuviera el menor índice pluviométrico en casi medio siglo.
Los científicos explicaron que en un país donde los problemas climáticos no son importantes, en 2004 el paso del huracán Catarina perjudicó gravemente a los agricultores en el sur del Brasil y dejó a cientos de familias desamparadas. También en 2005 se registró en ese país la mayor temperatura, donde los termómetros marcaron 44,6 grados centígrados.
Asimismo, indicaron que estos cambios climáticos ya tuvieron un impacto negativo en la economía brasileña y un ejemplo de ello son los resultados de la producción de soja en 2006, en la que la cosecha disminuyó más de un 10 por ciento al año anterior debido a las importantes sequías.
Por su parte Daniela Bacchi, economista del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada de la Escuela Superior de Agricultura, Luís de Queiroz (CEPEA-ESALQ), afirmó que la soja es importante para varias cadenas alimenticias de animales criados en Brasil.
Explicó que el grano sirve como base para la ración de aves y porcinos, además de representar en el campo una alternativa para el combustible tradicional sirviendo como materia prima para la fabricación de biodiesel.
Bacchi, dijo además que tanto la atención a la demanda interna como a las exportaciones de este producto se han visto perjudicadas por el descenso de la productividad, lo que implica un aumento de los precios.
"Las consecuencias directas de un descenso en la producción de soja aparecerán no sólo en el consumo interno, sino también en la balanza comercial", subrayó Bacchi.
Para la especialista, la reducción de los beneficios del negocio agrícola, responsable de más del 25 por ciento del PIB de Brasil, podrá causar perjuicios de hasta un 10 por ciento en la riqueza nacional. Brasil es, junto con la Argentina, el principal productor sojero de América del Sur y ambos, con los Estados Unidos de América los tres grandes productores mundiales.
Este año EEUU disminuyó considerante las hectáreas sembradas con soja, algo que impulsó la suba del precio de esa oleaginosa en beneficio de los dos grandes exportadores sudamericanos.
11/02/07
TELAM