Cable submarino: Una obra que vio luz con tres años de retraso

La instalación del proyecto entre Cuba y Venezuela estaba prevista para 2008. El costo aumentó 30% desde su diseño hasta la ejecución a principios de este año.

La instalación del proyecto entre Cuba y Venezuela estaba prevista para 2008. El costo aumentó 30% desde su diseño hasta la ejecución a principios de este año.

El cable submarino de fibra óptica que enlaza a Cuba y Venezuela debía estar listo en 16 meses. Ambos gobiernos fijaron ese plazo cuando suscribieron el acuerdo preliminar el 10 de agosto de 2006. La obra, que debía culminar en 2008, vio luz finalmente el primer trimestre de este año. Los detalles del convenio de instalación se filtraron a Wikileaks.

Entre las justificaciones del proyecto los países indicaron la necesidad de un dispositivo para las telecomunicaciones (llamadas telefónicas, transmisión de data, televisión, Internet) actuales y futuras que demandan, en primer lugar, las relaciones gubernamentales. Siguen en la lista el desarrollo científico, cultural y social, la colaboración en diversos campos, el incremento de las relaciones y de los volúmenes de intercambio entre los países participantes de la Alba y sus acuerdos en las relaciones establecidas en el Mercosur, así como la creciente demanda del tráfico comercial entre ambos países y el resto del mundo.

Los documentos preliminares señalan que la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba sería la propietaria del segmento norte del cable, mientras que, por Venezuela, CVG Telecom sería la dueña del segmento sur. "Estas redes nacionales tienen que poseer la mayor seguridad contra las agresiones ambientales y humanas", se advierte en el acuerdo que, además, tiene una cláusula de confidencialidad.

En 2007, para la administración del cable, los gobiernos crearon la empresa mixta Telecomunicaciones Gran Caribe S. A., constituida por Telecom Venezuela (adscrita al Ministerio de Telecomunicaciones), con 60% de las acciones, y Transbit, de Cuba, con el otro 40%.

En el acuerdo preliminar, las partes calcularon el costo del proyecto completo en 55 millones de dólares. "Se han considerado 35 millones para el suministro e instalación del cable propiamente dicho y otros 20 millones de infraestructura complementaria para extensiones de red hasta La Habana y Caracas", se lee en el documento.

La factura cancelada en su totalidad por Venezuela, sin embargo, fue más cara.

En 2009, el presidente Hugo Chávez aprobó la inversión de 70 millones de dólares para la construcción del cable, 30% más de lo previsto.
 
Estratégico
El resumen técnico incluye la valoración estratégica del cable submarino que los gobiernos hicieron: "Como elemento integrador puede proporcionar comunicaciones seguras y con mayores prestaciones que la de los enlaces satelitales actuales en combinación con las redes terrestres. Es decir, se pueden crear redes especiales que sean prácticamente independientes de las redes de cables comerciales". Para Cuba y Venezuela, el cable brindaría "un soporte confiable" para sus comunicaciones internacionales.

En los documentos del proyecto analizan también el entorno político. Señalan que el bloqueo estadounidense a Cuba dificulta las negociaciones con empresas de telecomunicaciones, por lo que la isla no había podido construir un cable antes. "Las premisas políticas estarán presentes al definir la configuración geográfica del cable submarino", advierten.

Indican que su operación estará a cargo de dos estaciones terminales, una a cada extremo, en La Guaira y en Siboney, Cuba. En éstas se ejecuta la separación entre las comunicaciones de los gobiernos y las comerciales. "La seguridad de esas comunicaciones gubernamentales dependerá del grado en que se pueda mantener la separación entre las comunicaciones, para lo cual se emplearán los recursos tecnológicos necesarios, aunque es de señalar que su efectividad estará condicionada a la disciplina con relación a los procedimientos operativos", afirman.

08/05/11
EL NACIONAL – CARACAS

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