El anuncio ha sido realizado por el Ministro de Defensa, Oscar Aguad. Argentina acaba de cerrar la compra de cuatro aviones de patrulla marítima Lockheed P-3C Orion procedentes de la US Navy y que serán utilizados como reemplazo de los seis P-3B en servicio desde finales de los años 90 en el país del Cono Sur.
El anuncio de esta importante adquisición fue realizado por el Ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, durante una comparecencia que llevó a cabo en el marco de la conferencia «Intereses Argentinos en el Atlántico Sudoccidental». En la misma, Aguad explicó que los aparatos habían sido adquiridos en los Estados Unidos (se venía rumoreando sobre esta posible compra desde hace tiempo) y que eran aparatos que habían prestado servicio previamente con la armada estadounidense.
Con los nuevos aviones de patrulla marítima, Argentina intentará reemplazar a los seis P-3B Orion que recibió también de los EE. UU. entre 1997 y 1999 y de los cuales, en realidad, no hay ninguno operativo. El Ministerio de Defensa había sopesado la posibilidad de someter a un proceso de modernización a estos aparatos, pero el coste de la reforma aconsejaba su sustitución, por lo que finalmente se decantaron por la compra de aparatos de segunda mano. Los cuatro aparatos proceden de los ejemplares que la US Navy mantiene almacenados en el
Debido a que los P-3B requirieron revisiones estructurales importantes, se decidió que la mejor opción era reemplazarlos con aviones de la Marina de los EE. UU. Más nuevos y recientemente retirados almacenados bajo la custodia del 309th Aerospace Maintenance and Regeneration Group (AMARG), a menudo llamado El Cementerio, (The Boneyard) un conjunto de instalaciones de mantenimiento y almacenamiento de aeronaves de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Tucson, establecido en la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan.
El interés argentino en la adquisición de P-3C Orion comenzó en 2016, después de que funcionarios de la Armada Argentina visitaron las citadas instalaciones de la US Navy y, tras examinar diversos aparatos expresaran su intención de hacerse con cuatro de ellos en junio de este año.
Aunque por el momento se desconoce el montante de la operación, las condiciones del contrato y el momento en el que los aparatos llegarán a suelo argentino, con esta adquisición el país dará un importante impulso a su capacidad de controlar sus aguas territoriales después de unos años de continua pérdida de capacidades navales y aéreas que culminó con la pérdida del submarino ARA San Juan (S-42) en aguas del Atlántico Sur, el 15 de noviembre de 2017, en un accidente que se saldó con la muerte de todos sus tripulantes y que sirvió para poner de manifiesto las lamentables condiciones de unas fuerzas armadas otrora poderosas.
Además, la adquisición de estos aparatos servirá para contrapesar el creciente poderío naval brasileño, especialmente en el ámbito submarino, en el cual precisamente en los últimos días logró un nuevo hito al comenzar las pruebas de mar del primer submarino de la clase Scorpène que entrará en servicio con la Marinha do Brasil, el S-40 Riachuelo. (EJERCITOS)
03/10/2019 #NUESTROMAR