Domingo Contessi, de los Astilleros Contessi, dialogó con “el Retrato…” acerca de la nueva vida que tiene su exembarcación. Criticó a exautoridades del Consorcio Portuario por no tener espacio en la Escollera Norte y que “el Municipio nos apoyó moral y discursivamente, pero no se tradujo en acciones concretas”. Actualmente, el barco se utiliza para el avistaje de ballenas en la ciudad chubutense.
Domingo Contessi, de los Astilleros Contessi, dialogó con “el Retrato…” acerca de la nueva vida que tiene su exembarcación. Criticó a exautoridades del Consorcio Portuario por no tener espacio en la Escollera Norte y que “el Municipio nos apoyó moral y discursivamente, pero no se tradujo en acciones concretas”. Actualmente, el barco se utiliza para el avistaje de ballenas en la ciudad chubutense.
De competidores a socios. Hace un tiempo, los seis balleneros de Pirámides se unieron para llevar adelante el proyecto “Regina Australe” y dotar a Puerto Madryn de un servicio con mucha calidad. Distinto al que tenían. Ese catamarán marplatense, que no tenía lugar para amarrar en Mar del Plata y que tuvo que ser vendido por el Astillero Contessi.
Justamente, fue Domingo Contessi quien habló de ese suceso en conversación con “el Retrato…”. También de la “satisfacción amarga” que le produjo desprenderse de la embarcación (NdeR: comenzó a construirse en el 99 y terminó arrojando una inversión superior a los 3.500.000 dólares) y ver como “triunfa” en la ciudad chubutense. “Se lo vendimos a una nueva sociedad, que está compuesta por los seis empresarios que hacen turismo de avistaje de ballenas. A ellos les va bárbaro, está teniendo mucho suceso”, sostuvo de movida.
Sin embargo, Contessi aprovechó para despacharse con un tema particular. “Hasta la despedida de Mar del Plata fue amarga. Lo que habíamos diseñado para la ciudad, no fue aceptado por las autoridades locales. Específicamente quienes estaban en el Consorcio Portuario”, esbozó antes de anexar el por qué de ese rechazo: “El Catamarán trabajó sólo una temporada y fue dentro de la Base Naval, pagando una tarifa exorbitante, dentro de un lugar incómodo y de muy difícil acceso para el público”.
En ese sentido, también remarcó que “luego se fue a trabajar a Buenos Aires y cuando volvió ni siquiera tenía lugar para hacer embarque. Pensamos que cuando se construyera la Terminal de Cruceros iba a tener un lugar adecuado, pero en agosto del 2011 nos solicitaron que lo moviéramos de donde estaba porque se estaban terminando las obras en la Escollera Norte. En noviembre del año pasado, cuando el barco se fue, todavía no nos habían dicho cuándo podía volver a ese lugar”.
El “problema” fue, según dijo, que “nunca nos quisieron dar el puerto de asiento en Mar del Plata. Pero esto no es responsabilidad de las actuales autoridades del Consorcio Portuario, si no de las anteriores. Porque, además, el Municipio nos apoyó moral y discursivamente, pero no se tradujo en acciones concretas. Igualmente, nadie de la Comuna se opuso a que el barco esté en la ciudad”.
Tres horas de navegación:
Las excursiones tienen un recorrido fijo, se inician desde el muelle Luis Piedrabuena y tocan los siguientes puntos: Muelle Almirante Storni, recorrido costero frente a la ciudad, Punta Cuevas, Faro Punta Este, el Folías, la cormoranera y la colonia de lobos marinos de un pelo de Punta Loma. La duración de la navegación es de 3 horas. Durante la temporada de verano se estableció una salida con recorrido variable para observar delfines y fauna marina.
07/02/13
EL RETRATO DE HOY