Mercantes SA, integrada por los gremios marítimos y portuarios, se quedó con el 30% de la naviera.
Mercantes SA, integrada por los gremios marítimos y portuarios, se quedó con el 30% de la naviera.
La emblemática compañía naviera Maruba, la única de bandera argentina con presencia en los tráficos marítimos internacionales y que estuvo al borde de la quiebra hasta hace pocos meses, les abrió la puerta de su directorio a los sindicatos marítimos, fluviales y portuarios a cambio de "fondos para la construcción de barcos graneleros y remolcadores", según confirmaron a LA NACION fuentes de la empresa familiar, cuyo presidente es Samuel Rodríguez.
La naviera cedió el 30% de sus acciones a la firma Mercantes SA, formada por el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU, que agrupa al personal embarcado no jerarquizado); el Centro de Capitanes de Ultramar; el Centro de Patrones Fluviales, y la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra, integrada por 16 gremios).
Desde Maruba advirtieron que todavía el pago "no se realizó" y que se liquidará en varias etapas, aunque ratificaron que el 1° de este mes se firmó el escrito que formalizó la apertura del capital accionario.
Los sindicatos enmarcan esta incursión empresaria dentro de un plan integral para "reflotar la marina mercante" y la "flota de bandera nacional", tal como explican en la solicitada que publican hoy, en la página 3 de LA NACION.
"Invertimos casi 40 millones de dólares, todos los sindicatos. Y necesitamos más plata para reinvertir en 4 o 5 barcos, y creemos que la va a poner el Banco Nación", indicó a LA NACION Omar Suárez, secretario general del SOMU, el sindicato que tendrá la mayor parte de las acciones.
Suárez sintetizó así el credo gremial del arco marítimo, portuario y fluvial: lograr que se quede en la Argentina parte de los "entre 5000 y 7000 millones de dólares de flete" internacional que genera la exportación de graneles agrícolas, realizada íntegramente en barcos extranjeros.
Cabe aclarar que Maruba no tiene participación en ese transporte, porque su fuerte es la carga contenedorizada y el cabotaje fluvial y marítimo. Pero harán uso de la red de agencias internacionales que tiene la naviera para comercializar los nuevos tráficos.
Con un director dentro de la tradicional compañía marítima, los gremios presionarán al Gobierno no sólo para conseguir crédito para construir buques, sino también para que instrumente acciones que mejoren la competitividad de la nueva Maruba, entre ellas una reserva de cargas y un fondo de la marina mercante (como los que tiene Brasil); la eliminación del impuesto al combustible; el diferimiento impositivo para las inversiones navales, y la eliminación de las asimetrías en la navegación por la hidrovía Paraná-Paraguay, donde sólo 5 de cada 100 embarcaciones tienen bandera argentina.
"La totalidad de los fondos que recibamos se reinvertirá en la compañía", aseguraron en Maruba, que logró refinanciar su deuda con el banco alemán HSH Nordbank a través de una quita del 40% a cambio de un pago ahora y el saldo refinanciado a siete años con dos de gracia, condiciones más que favorables para una industria que, en 2009, acusó pérdidas globales por US$ 25.000 millones.
El mercado estima la deuda de la naviera en US$ 80 millones, pero en Maruba no hicieron comentarios.
"Los sindicatos ingresan con más de 40 millones de dólares", corrigió la fuente.
-Si reestructuraron la deuda, ¿por qué les abren el capital accionario a los sindicatos? – consultó LA NACION a un directivo de la firma.
-Porque [Samuel] Rodríguez quiere reflotar la Maruba fuerte y consideró que la manera de conseguir el apoyo era con el ingreso de los sindicatos. El garantiza que cada dólar que ingrese se reinvertirá.
30/03/11
LA NACION