Estudios sobre el canal en secreto (Nicaragua)

Coronel dice que ni siquiera conoce el contrato, porque queda en manos de empresa de Wang pese a que están en juego recursos naturales del país.

Coronel dice que ni siquiera conoce el contrato, porque queda en manos de empresa de Wang pese a que están en juego recursos naturales del país.

La Autoridad del Gran Canal de Nicaragua, Manuel Coronel Kautz, cerró las puertas a que el Gobierno informe a sus ciudadanos sobre la danza de consultorías que se desarrollan alrededor del canal interoceánico, la promesa de Daniel Ortega que vendió en un acto público como el ingreso del país a la “tierra prometida”.

Coronel Kautz reservó a la concesionaria la presentación de los términos de referencia y los contratos de los estudios de factibilidad del proyecto que dijo que los empresarios están pagando, un secretismo que había sido previsto desde el acuerdo marco.

El desarrollo del proyecto está en manos de la compañía HKND, del empresario chino Wang Jing, de 41 años, a quien en su sitio electrónico identifican como presidente de la junta directiva de más de 20 empresas con operaciones en 35 países alrededor del mundo. Xinwei Telecom Enterprise Group en China es la gema de la corona en esta presentación, una telefónica que recibió en enero pasado una concesión con la que se comprometió a invertir 700 millones de dólares en su primer año de inversión en el país.

Hasta ahora, pese al anuncio oficial y los actos de pompa de la administración Ortega, las operaciones de Xinwei son inexistentes y los escépticos advierten que todo, incluido la empresa del canal, podría quedarse en gran promesa tomando en cuenta que la obra de infraestructura implicará la construcción de dos puertos de aguas profundas, una zona de libre comercio, un aeropuerto y oleoducto.

“La pregunta de cuánto fue el contrato,hay que hacérsela a los que vieron el contrato, yo no lo conozco”, admitió Coronel Kautz en tono defensivo refiriéndose al estudio de impacto ambiental que tendrá a cargo la consultora Environmental Resources Management (ERM), que iniciará este mes.

Según Coronel, que reconoció en un momento de la entrevista que estos documentos son de interés público, ERM fue la mejor elección que pudieron hacer. “Es una empresa de 20 mil, 15 mil, 16 mil personas”, halagó.

Los estudios que se llevan a cabo

El secretario de políticas nacionales de Ortega, Paul Oquist, anunció el miércoles pasado que la investigación de impacto ambiental estará listo el próximo año, mientras se desarrollan en simultáneo los estudios de factibilidad técnica a cargo de la empresa China Railway Construction Corp., o de perspectiva económica en manos de McKinsey & Company.

Coronel Kautz ni siquiera avizora la posibilidad de un fracaso personal si el proyecto no se lleva a cabo. “No hombre, si no se concreta, es como cualquier cosa. Si el estudio de factibilidad decide que no se puede hacer, no son las personas la que lo deciden, es la ciencia y la tecnología. Cómo va ser una entrega a la soberanía si nosotros no estamos poniendo ningún centavo”, dijo.

El funcionario dejó entrever que el temor por los daños ambientales es infundado. De acuerdo con su opinión,  no corren ningún peligro con el proyecto que Ortega calculó en 40, 000 millones de dólares cuando le entregó la concesión a Wang en junio pasado.

 “No están en juego (los recursos naturales), lo que está en juego es el futuro del país con el proyecto más grande de la historia de América, y tal vez del mundo”, dijo y señaló lo que significaría el bienestar producido por la creación de empleos.

La defensa de Coronel

“Lo único que afectaría la línea del canal sería aproximadamente 0.5 % del territorio nacional”, se atrevió a calcular por teléfono desde Washington pese a que todavía, como él mismo admite, no cuentan con los resultados del estudio.

Calificó la afectación como “ínfima”, mientras dijo que no conocía especialistas serios que hubiesen cuestionado la propuesta. A los planteamientos de la Academia de Ciencias de Nicaragua realizados en un foro público no los tomó en cuenta. Los descalificó diciendo que los especialistas serios más bien han dicho que el proyecto es excelente y le conviene a Nicaragua. “Gente que le gusta hablar, y que no sabe nada, gente que nunca ha visto esto y habla en los periódicos, a través de los periodistas”.

Al científico Jaime Incer Barquero, uno de los que ha advertido los riesgos que corre el Gran Lago de Nicaragua,  lo identificó como “una persona que se graduó en farmacia y que ha sido un estudioso, así como puedo ser yo” pese a su trayectoria y que se desempeña como asesor en temas ambientales de Ortega.

El funcionario público no se contuvo. Si en el pasado, cuando fue vicecanciller llamó diabla a una embajadora, esta vez al jurista Cairo Manuel López, ex presidente de la Asamblea Nacional y uno de los más destacados constitucionalistas del país, lo identificó como alguien que “no sabe nada de canales” cuando se le recordó que el jurista había dicho en una entrevista con Confidencial que podía haber “intereses más profundos” tras la entrega de la soberanía.

El riesgo de las confiscaciones

Coronel Kautz negó que vayan a ocurrir confiscaciones y enmarcó sus actuaciones en la ley del canal, sin embargo abogados como Mónica López Baltodano, que recurrió contra la ley del canal en la Corte Suprema de Justicia, sostiene todo lo contrario.

“Esta situación de incertidumbre es el resultado de que se aprobó la Ley y el Acuerdo Marco sin definir absolutamente ninguna de las rutas o territorios donde serán construidos y operados los 10 sub-proyectos –de los cuales el Canal Interoceánico es solamente uno-. Violentamente se abrió la posibilidad que cualquier parte del territorio nacional se vea afectado bajo  la  “excusa”  de   la   mencionada   concesión, y   peor  aún, bajo la  definición absolutamente discrecional a favor del Inversionista. Actualmente, ningún ciudadano está a salvo de amanecer mañana con la sorpresa de que el canal pasará por su casa o por su comunidad”, dijo López en un correo electrónico enviado a Confidencial.

Un esquema contractual opaco

El decano de la facultad de derecho de la Universidad Americana (UAM),  el doctor Alejandro Aguilar,  dijo que lo ideal es que se hubiera buscado un sistema en el que la información relevante tuviera que ser de conocimiento público a diferencia del sistema concesionario que propicia la “confidencialidad”.

“El esquema contractual seguido no favorece la transparencia”, dijo sobre el caso del canal y marcó una diferencia con el caso de Panamá donde la información es pública.

Aguilar se planteó que es posible que, siguiendo el esquema diseñado por el gobierno nicaragüense, la mayoría de la información se mantenga con reserva, pero también planteó dudas sobre la documentación  que el concesionario necesita presentar antes las autoridades para obtener los respectivos permisos y que esta puede valorarse como público.

Confidencial llamó al Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales para contactar a la ministra Juana Argeñal, pero fue imposible localizarla.

López Baltodano recordó la cláusula número 19 del acuerdo marco firmado entre el empresario chino y Ortega.

 “Este manejo es absolutamente contrario a la Constitución de Nicaragua, pero ellos arreglaron en la cláusula 19 del Acuerdo Marco que se ´tratará de forma estrictamente confidencial todos los documentos, materiales u otra información, ya sea técnica, comercial o de otra índole, obtenida o recibida de cualquier otra Parte… como resultado de la negociación y celebración o cumplimiento de sus obligaciones en virtud de este Acuerdo o cualquier otro acuerdo contemplado por el presente Acuerdo… no divulgará o revelará a ninguna personas Información Confidencial…´”.

 ¿Qué más deben responder?

Además de los estudios, López Baltodano dice que la ciudadanía tiene derecho a saber el “acuerdo de accionistas” que regula la participación del Estado de Nicaragua en el negocio.

“No sabemos que dice el documento constitutivo de HKND (Islas Caimán), ni tampoco los documentos de la Empresa Desarrolladora de Grandes Infraestructuras (EDGI, de Nicaragua). Nos van a decir que esas son empresas privadas y que no tenemos derecho a saber. Pero todo lo que tiene que ver con los asuntos públicos y recursos del Estado de Nicaragua debe ser revelado a los ciudadanos. ¿Qué esconden esos documentos?”, preguntó.

Confidencial escribió al vocero de HKND, Ronald MacLean Abaroa para preguntarle sobre este tema. Su equipo de comunicación en Managua aseguró que enviarán una respuesta en los próximos días a esta redacción.

La visión de “The Economist”

El tema del Canal continúa dando titulares en los medios internacionales. Esta vez la influyente revista The Economist dedicó un análisis a la promesa de Ortega.

“El sueño de ese canal, tres veces más largo que el que corta a través de Panamá, tiene siglos de antigüedad, y ha hecho el ridículo a todos los que alguna vez creyeron en él. Pero el Sr. Wang ya ha arrancado una hazaña notable: ha convencido a los antiguos revolucionarios en el gobierno sandinista de poner la soberanía de Nicaragua en deuda para hacer el sueño realidad”, dice la publicación.

El Economista compara a Wang Jing con Cornelio Vanderbilt, el magnate que abrió la ruta en Nicaragua en los años de la fiebre del oro, entre 1840 y 1850.

Coronel Kautz muestra una excesiva confianza. Para él, Wang es “un revolucionario”.

05/10/13

CONFIDENCIAL.COM.NI

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