Cartografían en una resolución increíble las fallas del Mar de Alborán

Las instantáneas buscan conocer la actividad sismológica del lugar. Una imagen de las fallas sismogénicas del Mar del Alborán como nunca antes se había visto.


Las instantáneas buscan conocer la actividad sismológica del lugar. Una imagen de las fallas sismogénicas del Mar del Alborán como nunca antes se había visto.

Eso es lo que ha conseguido llevar a cabo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Ciencias del Mar. Y es que, en el marco de la campaña «SHAKE» (acrónimo de «Searching The Record of Past Earthquakes in South Iberia») este grupo ha logrado fotografiar este accidente geográfico con una resolución sin precedentes hasta la fecha.

«Aunque estas fallas estaban bien caracterizadas gracias a anteriores trabajos realizados por nuestro grupo en la última década, el nivel de resolución era menor, ya que todas las medidas se habían tomado desde el barco. En esta campaña, al disponer de vehículos submarinos de control remoto, hemos podido acercarnos a las fallas y examinarlas con un detalle sin precedentes.

Hemos obtenido un cartografiado con una resolución de decenas de centímetros», afirma Eulàlia Gràcia, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y responsable del proyecto «SHAKE».

Concretamente, este accidente submarino se encuentra en el límite que hay entre las placas de Eurasia y de África, las cuales se mueven lentamente (apenas unos 4 o 5 milímetros cada aña) presionándose mutuamente. A pesar de que apenas se desplazan, se considera que pueden generar grandes terremotos. Sin embargo, al no existir registros de movimientos sísmicos anteriores asociados a ellas, no se puede saber a día de hoy su grado de peligrosidad.

Precisamente eso trata de solventar el proyecto «SHAKE», pues permitirá conocer si se han producido movimientos sísmicos antes en ellas, o no. A su vez, este proyecto busca fotografiar y poder analizar las fallas localizadas el Mar de Alborán obteniendo sus parámetros sísmicos, detectando sus escarpaduras (ubicadas en el fondo marino) e identificando las rupturas o los depósitos asociados a terremotos pasados -lo que se conoce como paleosismología marina-. Todos estos datos han sido tomados mediante dos vehículos autónomos submarinos y uno operado remotamente con los que se han tomado imágenes en alta resolución (los cuales pueden trabajar a profundidades de entre 2.000 y 3.000 metros). (ABC – España)

03/07/15

 

 

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