A cinco años de un megaproyecto que no prosperó en General Cerri

En 2011 la empresa YPF, por entonces en manos de Repsol, presentó un proyecto para dragar a 45 pies el canal a Cuatreros y construir una planta regasificadora.


En 2011 la empresa YPF, por entonces en manos de Repsol, presentó un proyecto para dragar a 45 pies el canal a Cuatreros y construir una planta regasificadora.

Mayo de 2011, la modorra que parece envolver a un General Cerri castigado por el cierre de sus industrias emblemática (Frigorífico Cuatreros y Lanera Argentina), se corta abruptamente cuando los vecinos comienzan a enterarse de un proyecto capaz de revolucionar al pueblo.

Ese proyecto era el dragado del canal principal hasta Cuatreros, a 45 pies (13,71 metros), la construcción de dos muelles y un establecimiento en tierra de regasificación, con una inversión rondaría los 200 millones de dólares.

La iniciativa de la entonces YPF privada y de Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) era desarrollar la zona más allá del muelle del Club de Pesca, en dirección al oeste, dejando en manos de la comunidad el espigón construido en 1903 por el frigorífico Sansinena.

Precisamente, entre este muelle y Puerto Galván, el área iba a estar destinada a una reserva costera municipal, mientras que el sector donde se pensaba instalar la planta regasificadora de YPF estaba ubicado en dirección al distrito de Villarino, a unos 3 kilómetros de la planta que Transportadora de Gas del Sur (TGS) posee en la vecina localidad.

Con el refulado proveniente de las tareas de dragado se pensó en ganar unas 150 hectáreas en la futura zona industrial, plasmando en los hechos un nuevo puerto de generosas dimensiones.

Por su magnitud, varios especialistas se animaron a definir a la idea como “la tercera fundación del puerto local”, tras la primera a fines del siglo XIX –por parte de las empresas ferroviarias– y la segunda, más cerca en el tiempo, a partir del desarrollo de Cangrejales.

Junto con Ingeniero White, Galván, Rosales y Belgrano, Cuatreros era uno de los cinco puertos del estuario bahiense que definían el perfil marítimo de la región. Comenzó a operar en 1903 y el último embarque se produjo en 1962, cuando el muelle lo operaba el frigorífico CAP Cuatreros.

La inversión de YPF había estado motivada en dos aspectos decisivos: un puerto para operar con buques de gran calado con muy buenas condiciones de seguridad y la existencia en Cerri del mayor nodo de interconexión gasífera del país.

Sin embargo, el proyecto dividió las aguas en la comunidad cerrense entre quienes lo apoyaban y quienes le iban a presentar una dura batalla.

Entre estos abundaba una profunda preocupación por la posible contaminación y el impacto en la ría local, sobre todo en base a informes negativos realizados por profesionales de la Universidad del Sur, el Conicet, el IADO y la Universidad Tecnológica Nacional, entre otros.

Las posturas antagónicas eclosionaron en la audiencia pública del 16 de noviembre del 2011, donde se analizó el proyecto, la cual por momentos terminó en una verdadera batahola.

Al año siguiente, más allá de los fuertes cuestionamientos ambientales, la ruptura entre la petrolera y el gobierno nacional, hicieron que el proyecto quedara en stand by.

Luego vino la nacionalización de YPF y el cambio de gobierno a nivel local, con la asunción de Gustavo Bevilacqua en reemplazo de Cristian Breitenstein.

En diálogo con Bevilacqua el entonces superministro Julio De Vido le dijo que el proyecto no estaba descartado, pero simplemente fue eso y jamás volvió a hablarse de manera concreta, y a nivel oficial, sobre el tema. (Por Adrián Luciani; la nueva)

26/09/16

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