El año pasado se agudizó un fenómeno que se venía repitiendo en la terminal marítima local. Las descargas crecieron más de un 15% pero la carga que se exportó fue un 9% menor que en 2019. Por Aduana pasó un 23% más de contenedores. Estrategias para revertir la tendencia.
En 2020 el puerto de Mar del Plata agudizó un fenómeno que ya venía repitiendo en años anteriores. En un contexto de crecimiento de descargas pesqueras a partir de la abundancia de calamar, la carga exportable por el puerto local se redujo un 9% en comparación a 2019.
Más allá de las medidas anunciadas por el gobernador, Axel Kicillof, acerca de que la Provincia trabajaría en un plan para que la carga que genera la ciudad y la zona salga por el puerto más próximo de modo de ganar eficiencia logística y disminuir la cantidad de camiones que circulan por las rutas hacia las terminales porteñas, en los hechos la realidad muestra cada vez más asimetrías.
Mar del Plata el año pasado recibió descargas declaradas por 395 mil toneladas, la mejor cifra de los últimos tres años, muy superior a las 333 mil toneladas del 2017 y a las 348 mil toneladas de 2019. Eso fue posible gracias a la extraordinaria zafra de calamar, que aportó más de una cuarta parte de las capturas.
En este contexto de aumento de los desembarques también hubo un incremento en las exportaciones y así lo refleja Aduana. El organismo tiene un registro de los contenedores que pasaron por el scanner que funciona en la jurisdicción del puerto.
El año pasado se contabilizaron 13.189 contenedores. No hay en el organismo una discriminación de la carga por tipo de producto pero se entiende que mayoritariamente todo lo que pasa por ahí contiene pescado, moluscos o mariscos congelados. Por ese mismo lugar en 2018 habían certificado 10.726 contenedores.
Las exportaciones desde el puerto local no copiaron esa tendencia sino que evidenciaron una caída. Mientras en el 2019 fueron 2.665 contenedores los que subieron a los buques de Maersk, el año pasado fueron 2.443, una merma del 9% cuando la carga escaneada en Aduana del puerto se incrementó un 23%.
“Estamos trabajando en estrategias para revertir la situación. El secreto es traer otra naviera. Es necesario que venga una o dos navieras más y que haya competencia por la carga refrigerada. Es la disputa que vamos a dar”, sostuvo Gabriel Felizia, el presidente del Consorcio Portuario, ante la consulta de REVISTA PUERTO.
El fenómeno es mucho más importante, la carga que viaja por camión 400 kilómetros en vez de salir por el puerto donde descarga y se consolidan los contenedores que luego circulan por la Autovía, es de una envergadura mucho mayor.
En esos números estadísticos no figura McCain, por ejemplo. La multinacional que produce y exporta papas fritas precongeladas desde Balcarce hasta Brasil. “Solo con McCain duplicaríamos la carga que movemos por año. Pero está el cinturón frutihortícola, Matteria, frigoríficos de pollo, nada de eso sale por acá. Podríamos tener un barco cada dos días”, refiere Emilio Bustamante, el director de TC2, la empresa que opera la carga exportable desde el Muelle 2.
En ese espacio días pasados se repitió una postal que grafica el problema. Llegaron barcos que pescan vieira, el Atlantic Surf y también el Mister Big, de Glaciar Pesquera y Wanchese respectivamente. Ambas firmas descargan la captura en Mar del Plata, pero la carga se consolida en contenedores que vienen en camión por la ruta. Luego de hacer aduana, vuelven por el camino contrario.
Los contenedores no son de una naviera que no opera en Mar del Plata, como podría ser MSC, Cosco, Happang, sino de la propia Maersk, la empresa que opera regularmente en el puerto desde mediados de 2015.
“La naviera no lo sube al buque porque tiene otros negocios, lo que hay que hacer es generar las condiciones para que les convenga salir por el puerto de Mar del Plata”, dice Felizia. En ese sentido, remarcó que están llevando acciones con la propia Maersk. “Nosotros pondremos algo y el resto de los operadores harán lo propio”.
El año que recién empieza determinará si parte de estos planes se convierten en realidad o el puerto local sigue siendo una plataforma logística vía terrestre, al servicio de las terminales porteñas. (ROBERTO GARRONE – REVISTA PUERTO) #NUESTROMAR
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