En 1787, en Foxford, en el noroeste de Irlanda, se cerraban las hilanderías y los católicos comenzaban a ser perseguidos. En ese contexto, el padre de William “Guillermo” Brown decide buscar en Filadelfia, Estados Unidos, una vida mejor. Pero moriría de fiebre amarilla a los pocos días de llegar, dejando huérfano al niño de diez años, en un país desconocido.
En este contexto, el pequeño se embarcaría como grumete -quien ayuda a la tripulación en sus tareas para aprender el oficio de marinero- y durante nueve años navegaría por el Atlántico, hasta ser apresado por los franceses.
Logró escapar y huyó a Inglaterra. Allí encontró el amor en Elizabeth Chitty, una joven protestante con quien viajaría en 1811 al Río de la Plata, y junto a su primogénita, también llamada Elizabeth. Ahí se nacionalizaría argentino y se convertiría en el principal prócer naval de nuestro país, adquiriendo el apodo de “Padre de la Armada Argentina”.
Fue él quien dirigió y luchó en la primera batalla naval de la Argentina, organizó la flota armada y libró combates que le dieron importantes triunfos a Buenos Aires, como la toma de la isla de Martín de García o el combate de Los Pozos.
Falleció el 3 de marzo de 1857, a los 80 años, en Buenos Aires. Dijo Bartolomé Mitre en su despedida: “Brown en el sepulcro, simboliza con su nombre toda nuestra historia naval”. Sus restos mortales se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.
- Creó códigos de señales diurnas, a través de banderas y señales nocturnas, a través de un juego de luces de faroles. Las combinaciones se refieren al alistamiento de la escuadra, maniobras tácticas, prepararse para el combate y abordaje, captura, escolta de presas, pero ninguna de rendición, entrega o de vencido en la lucha.
- Debido a que Elizabeth -su mujer- era protestante y Guillermo católico, llegaron a un acuerdo por el cual las hijas que tuvieran serían educadas en la religión de la madre y los varones en la del padre.
- Fue precursor en las ideas de la Expedición Libertadora de San Martín. Desde fines de 1815 hasta mediados de 1816 recorrió las costas de Chile, Perú, Guayaquil y Nueva Granada. Llevó las ideas de libertad de la Revolución de Mayo hasta aquellas regiones.
- En 1827 su hija Elizabeth, de 16 años, se suicidó -dice la leyenda que llevaba puesto el vestido de novia- arrojándose en el antiguo brazo del Riachuelo cuando se enteró que Francis Drummond -con quien se casaría ese mismo año- había muerto en combate.
- Le dio dos apodos a su quinta en Barracas: “Casa amarilla” y “kinta”. El 23 de junio de 1813 la compró en efectivo a $1.600. El Instituto Nacional Browniano funciona en una réplica de esa casa, situada a pocas cuadras de ahí.
- En marzo de 1815 logró su primer objetivo: la toma de la isla de Martín García. En junio de ese año nació otra hija suya y le puso el nombre de Martina, en recuerdo de este combate.
- Se dice que sus últimas palabras fueron: “Con el Principal abordo, ya puedo cambiar de puerto”.
- Uno de sus apodos fue “El viejo Bruno”. Así llamaba Juan Manuel de Rosas castellanizando el nombre Brown, del mismo modo cariñoso y familiar con el que los paisanos argentinos pronunciaban su nombre.
- El anillo de casamiento que le regaló a su esposa era de oro blanco con un importante diamante en forma de corazón, secundado por otros dos diamantes más pequeños a los lados. A principios del siglo XIX, eran muy apreciados aquellos que simbolizaban el amor, como los corazones, las coronas o las flores, tradición que se había iniciado en el siglo XVIII. Hoy el anillo lo tiene en custodia María Cristina Brown, hija de la bisnieta en primer grado del Almirante Guillermo Brown, que lo usó una vez en su vida solamente.
- Un mito de la gastronomía argentina asegura que el almirante desayunaba carne con mostaza. (MINISTERIO DE CULTURA) #NUESTROMAR
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