Estrictos requisitos para el sector limitarían su acceso al capital verde y, por tanto, su transformación. Recientemente la UE ha publicado su taxonomía que se aplicará a las empresas para clasificarlas desde un punto de vista ecológico. Esta nueva ley tendrá un impacto en el transporte marítimo.
Cabe recordar que, en 2019, la Unión Europea presentó su llamado “Green Deal” que corresponde a un conjunto de políticas destinadas a conseguir que Europa sea climáticamente neutra en 2050. Para hacer frente a los desafíos del denominado “green washing” mientras aún no había una definición de lo que era una “inversión sostenible”, y con el fin de llevar las consideraciones de sostenibilidad a la vanguardia de las decisiones de inversión, la UE presentó como parte de este Green Deal un “Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles”.
El plan incluye 10 medidas dentro de 3 categorías: Reorientar los flujos de capital hacia actividades sostenibles; la sostenibilidad como parte de la evaluación de riesgos; Inclusión de la sostenibilidad en los informes de las empresas.
Como parte de la reorientación de los flujos de capital hacia actividades sostenibles, la UE decidió aplicar una “taxonomía” de actividades sostenibles. Esto vendría acompañado de los llamados criterios técnicos de selección para distinguir las actividades sostenibles de las no sostenibles. Con esto si una empresa figura en la taxonomía y cumple todos los criterios, los ingresos asociados, los gastos de capital y los gastos operativos se considerarán “alineados con la taxonomía”.
No hacer daño
La UE opera con seis objetivos medioambientales, donde una actividad sostenible tiene que 1) Contribuir sustancialmente a al menos uno de los 6 objetivos (descritos más abajo); 2) No causar un daño significativo a los otros cinco objetivos; 3) Cumplir con las garantías sociales mínimas
Los 6 objetivos antes mencionados son:
- Mitigación del cambio climático.
- Adaptación al cambio climático.
- Protección de los recursos marinos e hídricos.
- Transición a una economía circular.
- Prevenir la contaminación.
- Proteger o restaurar la biodiversidad y los ecosistemas
El 21 de abril de 2021, la UE publicó una versión revisada de los criterios anteriores basada en las aportaciones de sus países miembros. La Taxonomía entrará en vigor en su forma actual en junio de 2021, y a partir del 1 de enero de 2022 todas las grandes empresas deberán informar sobre su alineación con la Taxonomía, junto con información que ayude a los inversores a evaluar su rendimiento en materia de ASG.
La UE define una gran empresa como: una empresa que no es una Pequeña y Mediana Empresa (PYME); luego, una PYME es una empresa con menos de 250 empleados y con un balance inferior a 43 millones de euros o un volumen de negocios inferior a 50 millones de euros.
Sin embargo, las PYMES que cotizan en bolsa también se verán afectadas por este asunto de la taxonomía. Los fondos de inversión también tendrán que informar sobre la alineación de la taxonomía.
En términos sencillos, la Taxonomía de la UE es una estrategia para crear una comprensión armonizada de lo que constituye una actividad sostenible dentro de la UE. En ella se definen por primera vez las “actividades verdes”, con unos criterios mínimos que deben cumplir las actividades económicas para ser consideradas sostenibles.
De acuerdo con Alphabulk, está claro que uno de los objetivos de este “Plan de Acción de Finanzas Sostenibles” es fomentar una importante reasignación de capital hacia inversiones sostenibles. En cierto modo, la Taxonomía de la UE está diseñada para determinar qué inversiones son sostenibles y cuáles no.
Necesidades de financiamiento
¿Cómo puede afectar esta taxonomía al transporte marítimo? En el futuro, habrá una presión creciente sobre los bancos para que dirijan los préstamos hacia actividades ecológicas. Mientras tanto, el acceso al capital “verde” será cada vez más importante para todos los participantes en la industria del transporte marítimo con el fin de hacer la transición hacia una flota climáticamente neutra.
De hecho, las necesidades de financiamiento del sector serán enormes para financiar el desarrollo de nuevas tecnologías y, posteriormente, ordenar buques que utilicen estas nuevas tecnologías. Irónicamente, los estrictos requisitos para el sector marítimo descritos en los criterios de selección técnica pueden dar lugar a la limitación del acceso al capital verde, ¡lo que puede retrasar la transición del sector marítimo!, advierte Alphabulk.
La Comisión Europea ha reconocido este posible problema, afirmando que probablemente será necesario reevaluar el transporte marítimo y, “en su caso, establecer nuevos criterios técnicos de selección para el sector marítimo aplicables a partir de 2026”.
Para Alphabulk en conclusión se está en frente de “un ejemplo perfecto de otro plan que probablemente no alcanzará sus objetivos y perderá tiempo en la búsqueda de un mundo más limpio porque nos negamos a mirar lo único que debería hacerse rápidamente: ¡cambiar nuestro modelo económico!”.
Para aquellos que quieran argumentar que las emisiones han bajado en Europa como resultado de todas estas normas de la UE, Alphabulk señala que “la respuesta es que si las emisiones han bajado en la UE es sólo porque hemos estado deslocalizando la contaminación de la producción industrial, principalmente a China. En lugar de eso, tenemos que replantearnos nuestro modelo. Después de todo, es muy probable que todos podamos sobrevivir sin comer arándanos traídos desde Chile durante el invierno en Londres”. (MUNDO MARÍTIMO) #NUESTROMAR
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