La próxima licitación de la Vía Navegable Troncal fue anunciada por el Gobierno Nacional como una promesa para impulsar el desarrollo logístico y comercial del país, abriendo un espacio para la participación de empresas nacionales e internacionales, con miras a una gestión moderna y transparente. El proyecto recibió tanto apoyos como críticas, destacando la importancia de equilibrar el crecimiento económico con las demandas de las provincias ribereñas y la sostenibilidad ambiental.
El Gobierno Nacional anunció la pronta licitación de la Vía Navegable Troncal (ex-Hidrovía), un proyecto de “carácter estratégico” para Argentina, según palabras del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Este proyecto apunta a abrir un proceso de licitación antes de fin de año, en busca de un sistema transparente que permita la participación de empresas nacionales e internacionales y se presenta como una medida que refuerza la competitividad y fortalece el posicionamiento de Argentina en el comercio global.
“El desarrollo de esta hidrovía es crucial para mejorar nuestra conexión con los mercados internacionales. Una licitación que fomente la participación de empresas nacionales e internacionales nos permitirá no solo contar con la tecnología y experiencia de ambos sectores, sino también establecer estándares de calidad y seguridad que eleven la competitividad argentina”, expresó Francos. Esta visión busca posicionar a la hidrovía como una infraestructura moderna y eficiente, alineada con las necesidades de crecimiento del país.
Una licitación abierta y transparente permitiría que Argentina adopte tecnologías de última generación en el mantenimiento, dragado y balizamiento de la Vía Navegable, aspectos esenciales para garantizar la navegabilidad constante, incluso en épocas de sequía. La licitación también podría ser el punto de partida para invertir en sostenibilidad, incorporando tecnologías más limpias en el transporte fluvial y promoviendo una mejor gestión ambiental en la hidrovía.
Voces Críticas desde las Provincias
Las opiniones en las provincias ribereñas no son unánimes. Mientras algunas voces celebran esta apertura y la perspectiva de nuevos desarrollos, otras, como la del diputado santafesino Carlos Del Frade, cuestionan el proyecto, señalando que prioriza la exportación sobre el desarrollo portuario autónomo, en particular para los puertos de Santa Fe, Reconquista, Villa Constitución y Rosario, que, según Del Frade, han quedado excluidos del esquema de dragado propuesto. El legislador advierte que esta falta de enfoque local amenaza el potencial económico y ambiental de la provincia, favoreciendo la explotación por parte de empresas extranjeras.
En la región, la provincia de Corrientes ha alzado su voz exigiendo mayor uniformidad en la legislación de pesca y una gestión integrada de los recursos naturales. Las demandas de Corrientes serán presentadas en una próxima reunión técnica en Santa Fe, donde se discutirán temas de interés regional, como la veda extendida y las zonas de exclusión de pesca.
El ex ministro de Transporte y diputado nacional Diego Giuliano también expresó su preocupación al presentar un proyecto de resolución que exige la participación de las provincias ribereñas en la gestión, el control y la recaudación del peaje en la VNT. Giuliano destacó la importancia de mantener el dragado hasta el Puerto de Santa Fe para evitar su conversión en un puerto exclusivo de barcazas y de extender las condiciones de navegabilidad hacia los puertos del norte de la provincia.
Una cuestión aun no aclarada desde el gobierno es el tratamiento que tendrá la cuestión ambiental, clave a la hora de planificar la futura hidrovia. Las sequias y bajantes de los últimos años no son mas que una muestra del comportamiento cambiante de los rios que debe ser tenido en cuenta a la hora de una planificación estratégia.
En este sentido, una posibilidad que se baraja es que el estudio ambiental sea realizado después de la licitación, ya sea a cargo de los propios ejecutores de la tarea del dragado o del Estado Nacional, eso implicaría agregar un capítulo que flexibilice los cambios futuros en la definición de las tareas de dragado, lo que podría generar nuevas controversias.
La postura gubernamental: Una oportunidad estratégica para Argentina
La próxima licitación de la hidrovía Paraguay-Paraná es una oportunidad estratégica para posicionar a Argentina en el mercado global, que no podemos perder. “El momento es ahora y debemos aprovecharlo”, argumentan desde el gobierno.
Desde una perspectiva económica, agregan, esta licitación representa una posibilidad única para mejorar la infraestructura fluvial del país, aumentando la eficiencia logística y reduciendo los costos para productores y exportadores argentinos.
Al optimizar el sistema de navegación, Argentina podrá incrementar la capacidad y frecuencia del transporte de mercancías, disminuyendo la dependencia de rutas terrestres y el impacto ambiental asociado al tráfico pesado en estas áreas.
Un aspecto relevante es el fortalecimiento del comercio regional. Al fomentar la competitividad y garantizar la transparencia en el proceso de licitación, Argentina refuerza su papel en el Mercosur y sienta una base sólida para la integración económica con los países vecinos.
La hidrovía Paraguay-Paraná es una arteria fundamental para el comercio regional, y su gestión eficiente podría potenciar los flujos comerciales con Paraguay, Bolivia y Brasil, generando un impulso económico que beneficiará no solo a los exportadores de la región, sino también a las economías locales alrededor de los puertos. (ARIEL ARMERO – GLOBALPORTS) #NUESTROMAR
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