La dimos de baja en la SSPVNYMM porque no era prioridad, entre los primeros mil actos de gobierno, por ser una mega obra de inutilidad pública, como lo fueron el Proyecto de la Aeroisla de Alsogaray y Menem, o el Puente Punta Lara a Colonia. Los únicos satisfechos fueron los consultores que trabajaron en esos dos ante proyectos.
En estos últimos tiempos hemos ofrecido dar respuesta al Magdalena desde un punto de vista técnico, aunque ahora se necesita de respuestas políticas y es por ello estas líneas.
El Canal Magdalena no da ningún beneficio neto, no existe ningún argumento que lo justifique. El mayor argumento escuchado fue el de facilitar la navegación y facilitar las cosas, llevar adelante una mega obra para facilitar para tener una mejor intención. No existe un argumento de soberanía, no se va a operar de forma diferente, ni la Prefectura Naval Argentina o la Uruguaya, ni la aduana, no hay cambio de jurisdicción o limites, por lo tanto no hay cambio de operadores ni de agencias, no existe extensión ni reducción de gestión de los organismos públicos de los dos países, por lo tanto no existe un argumento para la soberanía. Tampoco cambia la bandera de los buques que lo van a navegar, tampoco cambian las cargas…
Solamente podría ocurrir que el 20 % de las cargas que vienen del sur tendrán algunas horas menos de navegación contra muchas horas más de navegación del 80 % de las cargas que vienen o van a Brasil Estados Unidos o Europa o el mundo.
No existe otro efecto que el mega presupuesto que tiene esta obra gigantesca que justifiquen este anteproyecto del Magdalena y la diferencia de horas en navegación. No promociona cargas y menos cura los dolores reumáticos de sus navegantes.
Un Puerto se proyecta, mantiene su vida y crece gracias a las cargas de su hinterland que se embarquen o desembarquen en el puerto. En este caso es muy sospechoso porque hasta existen puertos como el de La Plata que dicen que necesitan el Canal Magdalena para solucionar los problemas comerciales que tiene ese puerto. Entonces adhieren a esta mega obra…
Cada tanto existe una idea loca en el Rio de La Plata como lo fue el Puente a Uruguay y la Aeroisla. Dos mega proyectos que si se hubieran realizado beneficiarían solamente algunos pocos. Entonces principalmente la intención es gastar unos cuantos años dineros públicos en hacer consultorías afines.
Ahora algunos dicen que existen actividades ilegales, triangulación y evasión que son delitos pero porque nadie presenta una denuncia penal correspondiente. No se puede justificar facilitar una mega obra porque se estén desarrollando delitos. Que presenten las denuncias.
A cualquiera de estos buenos hombres que promueven el canal se sometan al elevator pitch, en uno o dos minutos, que es lo que tarda un ascensor en subir a un tercer piso, para que demuestre si sirve y por qué. Nadie puede responder a esa pregunta. Para el caso en afirmativo tendremos al próximo Ministro de Transporte del próximo gobierno en el 2023.
El Canal Magdalena es como poner un ascensor desde mi balcón hacia la calle porque argumento que el palier es compartir soberanía, no quiero compartir soberanía o que mis invitados o mi familia no ingrese por el palier del edificio entonces porque soy soberano pongo un ascensor que va directo desde la vereda al balcón de mi casa.
Ese es el nivel de estupidez que tiene esta obra. Mi propiedad no cambia nada, tampoco la propiedad de los vecinos cambia nada. Lo que estoy haciendo es una obra gigante, que voy a tener que mantener por años, y que no tiene ningún sentido práctico. Es lo mismo que el Canal Magdalena.
Todas las obras de infraestructura tienen que ser expansivas desde el punto de vista del beneficio, del beneficio tiene que ser claro, tiene que ser claro y muy obvio. Estas tres obras el Puente, la Aeroisla y el Canal no tienen beneficio más que circunstancialmente favorecer a las consultoras de ingeniería, y además los beneficiarios serían muy poca gente. (JORGE METZ) #NUESTROMAR
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