En una situación insólita, que probablemente agravará el conflicto que Argentina mantiene con Paraguay, este jueves se produjo un “cortocircuito” diplomático entre los máximos representantes de ambos países sobre la cuestión del peaje en el tramo superior de la Hidrovía.
Esta tarde, luego de una reunión que mantuvo el flamante mandatario paraguayo Santiago Peña con el ministro Sergio Massa en Mburuvicha Róga –su residencia presidencial–, la Cancillería paraguaya comunicó que “el gobierno argentino se comprometió a suspender el cobro de peaje en el tramo superior de la Hidrovía Paraguay-Paraná y que “las gestiones para levantar la medida se inician de manera inmediata”.
El comunicado, redactado de manera tan contundente luego de una visita oficial del virtual jefe de gobierno argentino a su par paraguayo, dejaba poco lugar a dudas de que el conflicto que venían arrastrando ambas naciones en los últimos meses finalmente se daba por concluido.
Pero, lamentablemente, eso no ocurrió. Pocos minutos después de que la Cancillería de Paraguay emitiera el comunicado oficial, voceros del Ministerio de Transporte de la Argentina comenzaron a asegurar, de manera informal, que lo afirmado por el gobierno paraguayo no es correcto.
Finalmente, decidieron oficializar su posición, por medio de la publicación de un mensaje en redes sociales, al indicar que no habrá suspensión del cobro del peaje. Es decir: contradiciendo ya abiertamente lo comunicado oficialmente por Paraguay.
El mensaje del Ministerio de Transporte incluso va más allá y menciona que “el próximo encuentro de alto nivel (entre ambas naciones) será para analizar las obras realizadas y evaluar la cooperación entre las partes de forma superadora para la optimización de la principal autopista fluvial de la región”.
Sin embargo, la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata (CPTCP), entidad integrada por los usuarios de la vía navegable de los cinco países signatarios del Acuerdo, realizó un estudio que certificó que las condiciones hidromorfológicas del río en el tramo “Puerto de Santa Fe-Confluencia”, por sus profundidades naturales, permiten la navegación segura de las embarcaciones a 10 pies de calado, durante las 24 horas, sin necesidad de intervenciones de dragado.
Y señaló además que el servicio tradicional de balizamiento, otro argumento empleado en su momento por los representantes argentinos para justificar el cobro del peaje, tampoco es necesario en el tramo superior de la Hidrovía. (BICHOS DE CAMPO) #NUESTROMAR
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