Argentina y su arma submarina, una necesidad impostergable (Álvaro Orellana)

Argentina y su arma submarina, una necesidad impostergable (Álvaro Orellana)

El arma submarina argentina inició su historia en el año 1932, cuando se recibe oficialmente el Santa Fé. El mismo pertenecía a la Clase Cavallini, pero en Argentina se los llamó Tarantinos por su origen (construidos en el astillero Franco Tosti de Taranto, Italia). Los dos submarinos restantes, “Salta” y “Santiago del Estero”, serían entregados al año siguiente y emprenderían en conjunto el camino hacia nuestro país.

Más venido a nuestros tiempos, la Argentina inicia un ambicioso programa de reequipamiento naval en los años 70. En consecuencia, se contrata al astillero Thyssen Nordseewerke para llevar a cabo la gran política pública. El objetivo era obtener una familia de seis submarinos TR-1700, dos construidos en Alemania y los restantes en la República Argentina. Para ello se decide erigir el Astillero Ministro Domecq García en la Costanera Sur, donde se deberían construir cuatro unidades del mismo modelo.

El salto tecnológico, industrial y estratégico, impacta de lleno en términos de soberanía en nuestro país. Logrando en conjunto con Estados Unidos (únicos en el continente) la capacidad de construir semejantes aparatos navales para esos años.

La historia restante la conocemos: la Armada recibe únicamente las unidades construidas en Alemania, bautizadas como ARA Santa Cruz (1984) y San Juan (1985). Pero, ¿puede acaso empeorar la situación? El día 15 de noviembre del año 2017, se produce el hecho que paralizó al país. El submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes, perecen en cumplimiento de su deber.

Paralelamente a lo sucedido, tras una gran labor de varios gobiernos, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU, aprobaba por unanimidad el reclamo de Argentina respecto a la extensión sobre el límite exterior de la plataforma continental. Por esta disposición del organismo, el país logra incorporar 1.700.000 kilómetros cuadrados. En el mismo camino, posteriormente se incorporarían 1633 kilómetros cuadrados más, como consecuencia de un planteo argentino que quedaba pendiente.

Para intentar dimensionar a la República Argentina, en términos de extensión territorial, nuestro país ocupa el cuarto lugar entre los países de América y el séptimo a nivel mundial. ¿Queda alguna duda de que la Argentina es un país transoceánico?

Y así llegamos a la actualidad, con heridas que no cicatrizaron aún, pero con la necesidad imperiosa de recuperar el arma submarina. Ya que a la fecha, no se posee ninguna unidad subacuática operativa.

Empleo/Rol del arma submarina

Como todos los sistemas de armas que intervienen en un campo de batalla, los submarinos, han tenido que evolucionar y establecer soluciones a las distintas mejoras tecnológicas que se han dado con el correr del tiempo. Es por esto que los cometidos del mismo, se han expandido y perfeccionado.

Vale aclarar, que se puede considerar al submarino, como una de las amenazas más peligrosas para las propias fuerzas. Esta arma, tiene la característica de ser un vehículo diseñado y construido plano ofensivo, silencioso, y dotado de la cualidad del ocultamiento. Por lo tanto, el enemigo, deberá empeñar a sus unidades bajo la máxima, de que siempre hay un submarino hostil.

Podríamos mencionar, a grandes líneas, que las misiones de un submarino pueden ser de índole:

a. Defensivas

Apoyo a las propias unidades en el teatro de operaciones.
Defensa la costa
Inteligencia.
Custodia de la ruta económica en la mar.
Escolta.

b. Ofensivas

Operaciones antisubmarinas.
Corte de las rutas comerciales, perturbación e interrupción del tráfico.
Control sobre una determinada zona, asignada y delimitada oportunamente por los mandos.

Complejidad de un submarino

Para comprender la multiplicidad de factores que se articulan en un submarino, y en cualquier unidad naval, hay que diferenciar los elementos que intervienen directamente sobre su accionar:

La plataforma.
El armamento.
Los sensores.

El componente que va a unir todo el sistema, y lo hará operable, será la información. La misma deberá reunir el requisito de ser adecuada, oportuna y confiable para la toma de decisiones en el complejo teatro de operaciones. Lo dicho más arriba, da una idea de lo enredado que es seleccionar el proveedor de cada ítem. Entendiendo las consecuencias a futuro que puede tener un posible veto.

Cambio en el discurso político

Los Estados, frente a las distintas demandas sociales/políticas, es que actúa y marca su conducta. Si un problema o planteo, no tiene solución, es porque dicho reclamo no se encuentra en la agenda política. No es porque no lo oyó.

De la misma manera, partiendo de que los recursos estatales son limitados, se obtiene la máxima, de que no todos los problemas podrán tener como respuesta una política pública. Ya que los requerimientos serán siempre ilimitados.

Es así, que las palabras del actual ministro de defensa Jorge Enrique Taiana, llamaron la atención frente a las alocuciones del pasado. Afirmando respecto a la Armada Argentina, que “… la tarea conjunta demuestra la prioridad que le queremos brindar al Atlántico Sur, que fue definido años atrás por los países ribereños como su zona de paz y cooperación y que está impedido de manera completa por la presencia permanente, provocadora, agresiva de la flota del Reino Unido en nuestras islas Malvinas”.

En esas palabras, está marcando un enemigo real, tangible, un espacio geográfico determinado, y una voluntad opositora a los intereses de la República Argentina. Siendo lo anterior, las determinantes para definir políticas en el sector de la Defensa. Y en consecuencia, la recuperación y compra de distintos sistemas de armas que pueda requerir nuestra soberanía. Hay algo que cambió.

El plano regional

Muchas veces para saber qué hay que hacer, basta con mirar a las Armadas hermanas.

Brasil es quien se encuentra encabezando la zona, con cuatro (04) submarinos de la Clase 209, más otros cuatro (04) proyectados y construidos de la Clase Scorpene. Sumando aparte, aquella unidad que tendrá propulsión nuclear.

Chile cuenta en dotación, con cuatro (04) unidades. Siendo dos de la Clase 209, y otros dos de la 209. El perú, posee en inventario, seis (06) plataformas de la Clase 209. Ecuador posee dos (02) aparatos, siendo nombrados Shyri y Huancavilca, ambos de la clase 209.

Por el otro lado, Colombia ostenta cuatro (04) naves sumergibles, dos de la Clase 209, y otros dos Clase 206. Y Venezuela, si bien posee dos (02) unidades Clase 209, su situación operativa es cuanto menos dudosa.

Conclusión

En la historia reciente de nuestro querido país, la ARA proyectó distintos planes (con los nombres más variados), para poder incorporar material de manera escalonada. Hace unos años, salió la oficialización del “Plan Génesis”. Proyecto para la compra sumergibles, que pretende volver a poner de pie a la Argentina en la materia. ¿Será finalmente la solución a nuestra penosa situación? (Orellana Álvaro Francisco – AVIACION ARGENTINA) #NUESTROMAR

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