(FNM) Las recientes medidas de suspensión y cierre de la actividad pesquera sobre el calamar, acordadas en el seno del Consejo Federal Pesquero, parecen sugerir que la actividad en la presente temporada marcha –nuevamente- hacia un pobre y preocupante resultado.
(FNM) Las recientes medidas de suspensión y cierre de la actividad pesquera sobre el calamar, acordadas en el seno del Consejo Federal Pesquero, parecen sugerir que la actividad en la presente temporada marcha –nuevamente- hacia un pobre y preocupante resultado.
De consolidarse la tendencia hasta aquí evidenciada, nos enfrentaríamos a una serie de tres años consecutivos con capturas menores a la mitad del valor promedio correspondiente a la década precedente.
Las causas de esta inquietante merma en los volúmenes son desconocidas, aunque se ensayarán seguramente las ya habituales –y especulativas- explicaciones sobre la “errática presencia del calamar en nuestras aguas”, o sobre “grandes cambios en el patrón de las corrientes” que nadie, empero, habrá de explicar debidamente, “con datos, lápiz y papel”.
Algo es, sin embargo, absolutamente claro: no se puede manejar adecuadamente una pesquería sin una completa y eficiente actividad científica. Y la investigación pesquera en la Argentina viene sufriendo desde hace tiempo, un deterioro francamente inaceptable.
El calamar nos proporciona un buen ejemplo. En efecto, hace varios años ya, que –por distintas circunstancias- no se alcanzan a cumplir en tiempo y forma los planes anuales de campañas de evaluación previstos por el INIDEP para la especie.
Sin embargo, la actual Administración pesquera se ha mostrado hasta aquí, mucho más diligente y exitosa en alardear sobre sus logros, o en facilitar el ingreso a nuestros puertos de barcos chinos que pescan en la “milla 201”, que en garantizar el desarrollo de las investigaciones que permitan adecuar fechas de pesca y cierre en base a datos de máxima confiabilidad.
Es hora de que quienes tiene la responsabilidad de administrar nuestra pesquería acepten REALMENTE que sin CONOCIMIENTO, no hay buena gestión posible.
Insistimos, no se trata de declamarlo con supuesta convicción, sino de arbitrar las medidas necesarias para poner de una buena vez a funcionar de modo “sostenible”, el proceso de producción de conocimiento para el que fuera creado el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero.
De lo contrario, el desconcierto e improvisación palpables hoy en el manejo de la pesquería del calamar, se extenderán al de otras especies.
27/05/11
NUESTROMAR