Muchos problemas en muy poco tiempo

Son increíbles las cosas que pueden pasar en nuestro país en el lapso de 30 días. Escribe Richard Leslie Ramsay.

Son increíbles las cosas que pueden pasar en nuestro país en el lapso de 30 días. Escribe Richard Leslie Ramsay.

La provisión de gas y electricidad -que sobraba hace tres meses- de golpe entró en crisis por carencia de dichos fluidos. Los taxis dejaron de trabajar por falta de GNC; los hogares no reciben las calorías suficientes, ya que se quema más oxígeno que gas; las industrias se vieron obligadas a reestructurar sus planes de producción (lo que significó un costo para las empresas de más de 1.000 millones de pesos en los primeros días de esta crisis), y a suspender a su personal -sin posibilidades de despedirlos por la vigencia de leyes que desamparan a los empresarios-.

Asimismo, entramos en la espiral de los incumplimientos en los compromisos de entrega; en las exportaciones demoradas, y en la suspensión de las exportaciones de gas a Chile (rompiendo nuevamente con los compromisos internacionales asumidos).

El Gobierno comienza a mostrar grietas en muchas áreas. En cuanto a casos de supuesta corrupción es emblemático el tema de Felisa Miceli -hoy, ex ministro de economía-, a quien se le encontró una fuerte suma de dinero en el placard del baño de su despacho, (muy difícil de justificar) agravado con las implicancias de la financiera con la que fuera vinculada, lo que determinó que –con elegancia- fuera desplazada del gobierno.

Por otro lado fue lamentable el papel del jefe de Gabinete Alberto Fernandez, declarando públicamente la inocencia de la ministro como así también su intervención en otro caso, en esta oportunidad, el de la secretaria de Medio Ambiente, Romina Piccoloti, sospechada por contratación excesiva de personal, de muchos familiares con sueldos altos y gastos excesivos. De allí, las dudas instaladas en la sociedad argentina y el debilitamiento de un gobierno que se presentaba sólido y sin fisuras. Ahora, la falta de credibilidad y transparencia golpean fuertemente al Gobierno. Nuevamente, la corrupción ganó los espacios de todos los medios periodísticos; nadie cree en las explicaciones. Otro escándalo que orilla la corrupción tuvo que ver con los cambios llevados a cabo en el INDEC, lo que motivó que los ciudadanos estén convencidos de que los guarismos son más altos que los reales.

Por otra parte, no puede dejar de considerarse la fuerte apuesta que hizo el Gobierno nacional sobre la figura de Daniel Filmus, con su consecuente fracaso en la Ciudad de Buenos Aires, en la que se alzó Mauricio Macri. Otro desliz insoslayable fue que mientras el ejecutivo en campaña decapitaba a Jorge Telerman y Juan Carlos Blumberg por utilizar títulos de los que carecían, el gobernador de Chubut, ex administrador general de Aduanas, Mario das Neves, asumía en ambos cargos con el título de doctor y, sin embargo, allí el aparato oficial lo amparó: “No sos doctor, pero sos un señor”, dijo el presidente, dejando constancia de no medir con la misma vara este caso respecto de los anteriores.  

Estos contratiempos le hicieron decidir al presidente que sea otro Kirchner el que se presente a las próximas elecciones. Esta situación nos enfrentó con la realidad de que “el cambio todavía no empezó” y de que, sólo a través de Cristina Kirchner -si gana las elecciones-, los cambios podrán ser llevados adelante. ¡Y nosotros estábamos convencidos de que habíamos empezado a transitar el cambio desde el primer momento del nuevo Gobierno!.

Por otro lado, los malos asesoramientos recaen indefectiblemente en la figura del presidente, figura que se debiera preservar. El problema que se presentó en la navegación aérea, por falta de radares, y una supuesta y suculenta caja que desapareció y nadie puede decir dónde está o dónde se invirtió, son hechos que alentaron a la ministra a empujar hacia delante los planes de desmantelamiento de las FFAA, poniendo el ojo, ahora, en el Servicio de Hidrografía Naval.
Aquí, nuevamente, han fallado sus asesores. No hay caja.

A diferencia de la Fuerza Aérea -que participa de las recaudaciones-, el SHN no sólo es gratuito, sino que es imprescindible para el normal desenvolvimiento del comercio exterior, toda vez que el 95% de éste se lleva a cabo por vía marítima-fluvial. Por el contrario, hay que poner plata y llenar la caja para hacer frente a todas las actividades que desarrolla el citado Servicio. ¿Comenzarán a cobrar la hora oficial o los mensajes a los navegantes?. Las cartas náuticas que hoy se venden casi al costo, ¿dejarán de ser impresas o se duplicarán sus valores?.

Entendemos que, nuevamente, la ministro de Defensa se metió sola en un brete del que le costará salir. El mantenimiento y sostenimiento de todos los servicios brindados dejarán de salir del presupuesto de la Armada, para ser solventados desde el Ministerio de Planificación.

La pregunta que ronda en el sector naviero y exportador es: ¿Qué motivos impulsan a la ministro a efectuar cambios en aquellos lugares donde todo anda bien, aún a sabiendas de que pueden presentarse dificultades para encontrar y mantener personal capacitado?. Los hombres de la Armada tendrán que volver a sus bases, y ellos son los expertos. Las carreras que integran el Servicio, ¿tienen excedentes de estudiantes y profesores o, por el contrario, esto puede resultar un grave problema en el corto y mediano plazo?

Mala consejera es sospechar de todos y no separar la paja del trigo.

22/07/07
Richard Leslie Ramsay
richardramsay@fibertel.com.ar.
Especial para NUESTROMAR

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