La industria del transporte marítimo no está precisamente habituada a engaños o fraudes –como los famosos casos de AIG o Enron- sin embargo, no es ajena a este tipo de acciones, claro que dentro de su propia esfera. En el pasado, los capitanes de buques tenían absoluto control sobre las naves, pudiendo incurrir en actividades ilegales como el hundimiento intencional de la nave para cobrar seguros.
La industria del transporte marítimo no está precisamente habituada a engaños o fraudes –como los famosos casos de AIG o Enron- sin embargo, no es ajena a este tipo de acciones, claro que dentro de su propia esfera. En el pasado, los capitanes de buques tenían absoluto control sobre las naves, pudiendo incurrir en actividades ilegales como el hundimiento intencional de la nave para cobrar seguros.
Si bien este tipo de situaciones era escaso, los fraudes involucrando consumo de combustible solían ser los más frecuentes. A través del ‘ahorro’ de un par de toneladas diarias de fuel oil, al final de una travesía el exceso de combustible podía ser vendido en el mercado, acción imposible de hacer actualmente con el AIS. (Aunque en la Hidrovía Paraguay Paraná, a pesar de las tecnologías utilizadas, incluso con cámaras internas e internet satelital que permite transmisión en tiempo real de toda la navegación, de igual forma perduran los malos habitos).
Alphabulk junto a MundoMaritimo, analizan estas y otras tendencias del pasado y la probabilidad de su repetición en el futuro cercano y lo transmitimos en nuestro portal.
Vicios del oficio
Otro tipo de fraude que se acostumbraba hacer era el de sobornar a inspectores para que certificaran que la carga había sido estibada adecuadamente y sin daños, para que al arribar a destino el propietario de la carga pudiera cobrar los seguros por carga dañada, en algunos casos esto resultaba en pagos millonarios.
Pero las trampas no se limitaban solo al ámbito de los buques. En las oficinas también había espacio para doblar las reglas. El viejo truco del ‘doble chárter’, donde el dueño de la carga pagaba por el transporte chárter al trader, el cual desviaba los fondos para luego pagar una fracción del monto a la compañía chárter. Este engaño se descubrió tras un descuido del ejecutivo que lo realizaba, dejando al descubierto el truco que lo hacía ganar US$3 por tonelada.
Inversión ventajosa
Un ejercicio más elaborado y más a tono con los grandes fraudes es la inversión ventajosa. Se concreta a través de la ejecución de órdenes de terceros en los mercados de capitales. La metodología en la industria naviera incluía una alianza entre ejecutivos navieros y de formas de brokerage los cuales creaban compañías secretas para el transporte de cargas FFA y luego registraban las ganancias y las pérdidas eran traspasadas a las navieras.
La idea es aprender la lección de este tipo de prácticas y no caer en la tentación del engaño, ya que todas las historias y ejemplos recopilados por Alphabulk alcanzan finales trágicos luego de la revelación de la verdad.
La nueva regulación IMO 2020 y otras normativas ambientales relacionadas con el uso de combustibles y la instalación de depuradores compatibles deja la puerta abierta para una variedad de actividades ‘creativas’ que podrían resultar en engaños de gran escala. (ALPHABULK / MUNDO MARITIMO)
24/02/2019 #NUESTROMAR