El submarino ARA San Juan fue localizado sobre el lecho marino con el casco “totalmente deformado, colapsado e implosionado” y sin “aberturas de consideración”, partes de la hélice enterradas y restos desperdigados en un radio de 70 metros, según informó hoy el capitán Gabriel Eduardo Attis, comandante del Área Naval Atlántica y jefe de la Base Naval Mar del Plata, a familiares de los 44 tripulantes de la nave, que era buscada desde el 15 de noviembre de 2017.
El submarino ARA San Juan fue localizado sobre el lecho marino con el casco “totalmente deformado, colapsado e implosionado” y sin “aberturas de consideración”, partes de la hélice enterradas y restos desperdigados en un radio de 70 metros, según informó hoy el capitán Gabriel Eduardo Attis, comandante del Área Naval Atlántica y jefe de la Base Naval Mar del Plata, a familiares de los 44 tripulantes de la nave, que era buscada desde el 15 de noviembre de 2017.
Attis mantuvo dos encuentros durante la madrugada con familiares y allegados en el hotel céntrico marplatense en el que se alojan y en el predio naval donde amarraba el submarino. Les leyó un informe. Según explicó, el buque Seabed Constructor de la empresa Ocean Infinity llegó al área de búsqueda a las 22.20 de ayer y comenzó la exploración con un vehículo de operación remota (ROV) a las 23.30. El punto inspeccionado, agregó, fue detectado a más de 800 metros de profundidad sobre el lecho marino.
Según las imágenes captadas por el dispositivo, “el casco resistente se encuentra en una sola pieza, totalmente deformado, colapsado e implosionado, y sin aberturas de consideración”, informó Attis. “Se detectó un tubo de aire de alta presión sobre el fondo, más adelante se hallaron pedazos de la libre circulación de popa. En cercanías se divisó el casco resistente en su totalidad desde popa hasta proa por la banda de estribor, observándose que no se encontraba ninguna parte externa al casco resistente adosada al mismo”, aseguró en base a un informe al que tuvo acceso Télam.
El jefe de la Base Naval de Mar del Plata indicó además que “avanzando hacia la proa se pudo apreciar tres mástiles torsionados hacia popa, interpretando que corresponden al periscopio de ataque, periscopio de observación y mástil”.
“En la calota de proa se observaron los tubos lanzatorpedos sin sus puertas externas y la ausencia de los tanques de lastre y libre circulación. Recorriendo hacia popa se identificaron el tanque de embarque de torpedos, la escotilla de baterías de proa cerradas y la garita de buzos”, agregó.
En el informe leído por Attis también que “sobre la banda de babor, el casco resistente se observa muy deformado hacia el interno, la calota de proa visiblemente íntegra y compartimento de torpedos y cámara de oficiales totalmente colapsado hacia el interno”.
En cercanías de la proa se identificó la vela del buque “recostada sobre su banda de babor” y con su estructura “prácticamente integra”, dijo el capitán Attis. “En cercanía de la vela se encontró la línea de eje y la hélice con dos de sus palas enterradas en el fondo y las cinco siguientes totalmente visibles. Siguiendo hacia popa y en cercanías del casco resistente se observaron los restos de los tanques de lastre de popa, con el timón vertical y los planos de popa en posición a subir”, agregó.
“En cercanías del casco resistente se observaron restos de los tanques de lastre de proa con los tubos de aire de alta presión en su interior esparcidos en las proximidades, con gran cantidad de tubos de aire y otros restos de tuberías, cadenas, amarras y pedazos de chapas”, detalló.
Attis indicó que “prácticamente la gran mayoría de los restos observados se aprecian dentro de un radio aproximado de 70 metros del casco resistente, lo que se interpreta como restos de una implosión cercana al fondo”. (TELAM/LA NACION)
17/11/2018 #NUESTROMAR