Certificadora de USA califica negativamente el manejo del langostino

La importante certificadora Seafood Watch recomendó evitar el consumo del langostino argentino por graves deficiencias en la administración y el bajo control de la pesca incidental. En la aplicación utilizada por consumidores, empresas y restaurantes se le asignó al Pleoticus muelleri el color rojo.

La importante certificadora Seafood Watch recomendó evitar el consumo del langostino argentino por graves deficiencias en la administración y el bajo control de la pesca incidental. En la aplicación utilizada por consumidores, empresas y restaurantes se le asignó al Pleoticus muelleri el color rojo.

  
 
Seafood Watch es una de las certificadoras de productos de mar sostenibles más conocidas e influyentes del mundo, que realiza recomendaciones sobre el consumo de maricos basados en manejo sustentable con una perspectiva ecosistémica.

A diferencia de otras certificadoras evalúa el impacto de la pesca industrial sobre la especie objetivo, como así también sobre las especies acompañantes, teniendo en cuenta las medidas de administración, el cumplimiento de las mismas y la eficiencia de los administradores, juzgando además en qué medida atienden las recomendaciones científicas.

Bajo estos parámetros es que el langostino argentino fue calificado con el color rojo, la peor calificación, que recomienda evitar el consumo. La gestión pesquera y la falta de manejo responsable de la pesca incidental fuero los factores que bajaron la nota, dado que la investigación y el hábitat tuvieron calificación moderada.
El informe se centra en la pesquería de langostino industrial, capturado por las flotas de arrastre congeladora y costera, basado en datos del INIDEP, de la Secretaría de Pesca, Consejo Federal Pesquero, Administración Pesquera de Chubut y CeDePesca, entre otras instituciones e investigadores.

Tras una descripción de la especie, indican que debido a sus características biológicas y la fuerte influencia ambiental sobre la biomasa, no es posible establecer el rendimiento máximo sostenible ni un punto de referencia apropiado para esta pesquería. “Sin embargo, la especie se captura en los niveles máximos aconsejables, y sus administradores recomiendan mantener en aumento la presión pesquera actual”, quedando regulada únicamente por cierres para proteger juveniles y etapas reproductivas.

“Las medidas de manejo se basan en las especies y no en el ecosistema. Parece que no hay planes de manejo integrados en Argentina”, señala el informe, que está actualizado con datos de 2017 e incluso de 2018. Si bien hacen referencia a las resoluciones recientemente aprobadas que modificaron las reglas de manejo, no son consideradas un verdadero plan de manejo por la certificadora.

Para dar una calificación a la pesquería Seafood Watch evalúa cuatro criterios: impacto sobre la especie evaluada; impacto sobre otras especies; eficacia de la gestión pesquera y el impacto sobre el hábitat y el ecosistema. A cada uno le otorga una puntuación, verde que es recomendable, amarillo que significa preocupación moderada y el rojo que aconseja evitar el consumo.

Impacto sobre el langostino

En el criterio de impacto sobre la pesquería evaluada le otorgaron el color amarillo. Este aspecto incluye varios parámetros; respecto de la vulnerabilidad de la especie indicaron que “el nivel de abundancia es desconocido” y la mortalidad por pesca está “está fluctuando alrededor de niveles sostenibles”.

A la vez, sobre la abundancia indica la calificadora que “no hay evidencia que sugiera que la población está por encima o por debajo de los puntos de referencia” y respecto de la sobrepesca del reclutamiento, señalaron que “se desconoce si se está produciendo. La sobrepesca del crecimiento ocurre cuando el esfuerzo es tan alto que el rendimiento total disminuye con el esfuerzo creciente”.

Destacan que si bien la pesquería no tiene límites de captura, la estrategia propuesta por el Proyecto de Langostino del INIDEP está en línea con el enfoque precautorio de la ordenación pesquera, pero existe “una necesidad de mayor precaución” dado que el éxito del reclutamiento depende de la magnitud de la biomasa reproductora y las condiciones ambientales en las primeras etapas del ciclo de vida.

Impacto sobre otras especies

El segundo criterio evaluado por Seafood Watch le da una mala calificación a la pesquería de langostino. Señalan que los “altos niveles de captura incidental de la flota de congeladores de arrastre de fondo son una seria preocupación e incluyen varias especies en riesgo”, que existen dispositivos de selectividad pero la flota se resiste a utilizarlos y que además se desconoce si minimiza la captura incidental de otras especies.

Por otra parte indican que si bien existe evidencia de que los niveles de captura incidental son más bajos en la flota costera, este estrato captura “especies en riesgo de pingüinos, tiburones y rayas”.

De las 17 especies consideradas para evaluar el impacto incidental, 12 fueron calificadas como en situación crítica, con color rojo. Es por ello que entienden que “si bien las medidas de conservación para el langostino argentino se consideran moderadamente efectivas, la estrategia de captura incidental es una preocupación importante, lo que resulta en una calificación general inefectiva para el manejo”

Manejo pesquero en rojo

La mala calificación es aplicada a la administración nacional, representada por la Subsecretaría de Pesca. En cuanto a los controles realizados por el cuerpo de inspectores señalaron que “existe cierto nivel de cumplimiento y monitoreo hecho por el gobierno pero la efectividad es incierta”. En cuanto a la administración de Chubut indicaron como crítica que no ponen a disposición los datos de observadores a bordo.

Sobre el seguimiento de la gestión para garantizar la sustentabilidad de la pesquería de langostino, advirtieron que si bien se han implementado medidas como la veda del Golfo San Jorge, “el registro relativo al mantenimiento de la abundancia en niveles saludables es incierta”. En cuanto a la estrategia de gestión del bycatch, fue calificada directamente como “ineficaz”.

Respecto del seguimiento del asesoramiento científico indicaron que es “moderadamente eficaz dado que la gestión sólo a veces sigue el consejo científico” y puntualizaron que “en el día a día está más enfocada en solucionar crisis de corto plazo para equilibrar conflictos de intereses entre diferentes sectores. Hay una falta de políticas a largo plazo, falta de experiencia suficiente en temas de gestión, y una fuerte influencia de la política o economía sobre decisiones técnicas”.

Impacto sobre el hábitat

En lo relativo a este criterio se logró mejorar en parte el mal desempeño de las autoridades según la mirada de la certificadora, lográndose una calificación de preocupación moderada, de color amarillo. Basándose en datos de la provincia de Chubut, concluyeron que se detectaron cambios en el suelo del golfo de San Jorge, como defaunación y un alto porcentaje de bivalvos muertos; pero la preocupación radica en que “la evaluación científica y la gestión de los impactos en los ecosistemas aún no están en marcha”.

Calificación final

“Debido a lo mencionado y a los impactos de la pesquería en otras especies y porque el manejo de la captura incidental necesita importantes mejoras, las pesquerías de arrastre de fondo de Langostino argentino, tanto costeras como costa afuera son clasificadas como Rojo o Evitar su consumo”, concluye el informe. (Karina Fernández – REVISTA PUERTO)

08/12/2018 #NUESTROMAR

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