Ley 5.559: cuando la Patagonia comenzó a nacer

Después de la ley 1.532 de 1884 de organización de los territorios nacionales que dividió la extensa Patagonia en varios territorios fijándoles límites que constituyen las actuales provincias del Río Negro, del Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, a principios del siglo XX, asomó en el quehacer gubernativo nacional la figura descollante de Ezequiel Ramos Mexía que, sin duda, tuvo un real enamoramiento por el sur argentino.

Después de la ley 1.532 de 1884 de organización de los territorios nacionales que dividió la extensa Patagonia en varios territorios fijándoles límites que constituyen las actuales provincias del Río Negro, del Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, a principios del siglo XX, asomó en el quehacer gubernativo nacional la figura descollante de Ezequiel Ramos Mexía que, sin duda, tuvo un real enamoramiento por el sur argentino.

Varias grandes obras ya históricas tuvieron su iniciativa, su sello inconfundible de visionario comprometido con el desarrollo del país, que por aquellos años se expresaba en riego, destino útil de la tierra, inmigración y ferrocarriles entre los más importantes.

Precisamente a Ramos Mexía se le debe la idea concretada en el proyecto que fue ley 5.559 de "fomento de los territorios nacionales". "El proyecto de ley de Fomento de los Territorios Nacionales fue presentado al Senado el 19 de mayo de 1906, siete después de la apertura del Congreso. En dos meses había sido presentado al presidente Figueroa Alcorta; apenas hubo tiempo para ponerlo en limpio. Es que lo tenía ya casi terminado con la idea de darlo a la publicidad cuando fui invitado por él a acompañarlo en el gobierno" (sic) (R. Mexía, Mis memorias, 1936). Para el caso, nos interesan solamente los territorios patagónicos, pero otras partes del país también merecieron la atención de la ley, casos Pilcomayo, Chaco, etc. Hasta entonces sobresalía solamente el Alto Valle rionegrino, muy poco el Inferior, con su calma ovina; la colonia galesa del río Chubut, como expresiones posibles de convertir esas tierras en ejes productivos sobresalientes, para ello jugaban como primordiales riego, inmigración, régimen y acceso a tierras públicas, créditos, etc., a lo que Ramos Mexía agregó innovadoramente líneas ferroviarias desde la costa atlántica hasta la cordillera y una longitudinal que uniría la de Puerto Deseado con el Nahuel Huapi, proyecto sin duda fantástico cuando todavía algunos toldos mostraban su presencia.

En cuanto a los ríos Negro, Colorado y Neuquén y los lagos de la región, tenían en espera el famoso estudio y proyecto del ingeniero César Cipolletti de 1899. Sintéticamente, la ley 5.559 -sancionada el 28 de agosto de 1908 y promulgada el 11 de setiembre de 1908, hace un siglo- disponía: "Autorízase al P.E. para estudiar, construir y explotar los siguientes ferrocarriles: a) desde puerto San Antonio en el territorio del Río Negro, hasta el lago Nahuel Huapi; b) desde puerto Deseado hasta empalmar con la línea anterior que va al lago Nahuel Huapi, pasando por la Colonia San Martín, con un ramal a Comodoro Rivadavia, otro ramal al lago Buenos Aires y otro a la Colonia 16 de Octubre… e) Otros ramales de las citadas líneas que el P.E. considere convenientes". "Art. 9: Autorízase al P.E. para acordar primas a empresas particulares que hagan el servicio de navegación de los puertos del sur, y podrá destinar a ese fin la suma de ciento veinte mil pesos oro al año. Art. 10: Autorízase al P.E. para invertir hasta la suma de tres millones ochocientos cincuenta mil pesos oro en los estudios y obras siguientes:… c) Limpieza y dragado del río Santa Cruz y de la ría del Chubut, hasta Rawson… d) Estudios definitivos y obras de regularización del régimen de las aguas del río Negro, por los medios más conducentes a evitar las inundaciones del valle del mismo y a mejorar sus condiciones de navegabilidad y de su distribución para el riego… e) Estudios definitivos del río Colorado, sus afluentes y lagos o cuencas imbríferas, que comprenderán los relevamientos, planialtimétricos de toda esa cuenca y los estudios higométricos para determinar el régimen de las aguas y los embalses máximos, para formar las grandes reservas para la navegación y el regadío… f) Estudios de los puertos sobre el Atlántico que deberán servir a la exportación de los productos de la zona…" (sic).

En el proyecto finalmente aprobado por senadores y diputados se contempló algo muy especial: el uso y destino de tierras públicas en zona de las obras previstas, para evitar especulación, primero las obras y luego venta o arrendamiento que servirían para pagar aquéllas. El proyecto inicial firmado por Figueroa Alcorta y Ramos Mexía (ministro de Agricultura) tuvo en el Senado como miembro informante -por las comisiones de Obras Públicas y Agricultura- al riojano Joaquín V. González -ex ministro del Interior- que ponderó y apoyó el proyecto, explicando con elocuencia y buenos conocimientos las obras que el sur argentino necesitaba para su desarrollo. Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz estuvieron presentes en su larga exposición y en cuanto a nuevas vías férreas -por ejemplo- expresaría que "El Ferrocarril, no los ejércitos, están en la actualidad llamados a ser el principal elemento civilizador". También tuvieron intervención los ministros de Agricultura y de Obras Públicas y el senador Manuel Láinez, -único opositor- quien expuso objeciones a algunos artículos. Finalmente Diputados trató el proyecto con la intervención de los miembros Escobar -informante por las comisiones de Obras Públicas y Agricultura-, Vocos Giménez, Cruzeilles y, principalmente, el ingeniero Emilio Mitre -nacido en Carmen de Patagones- que en general votaron favorablemente. El diputado Escobar dijo en parte de su intervención: "Desde 1902 en adelante, es el preparatorio para hacer de los territorios nacionales provincias nuevas, y a ese efecto viene el proyecto de fomento, trayendo a los territorios toda clase de beneficios materiales y morales… hay que decirlo con toda franqueza: en la región patagónica existen colonias y zonas donde no se habla nuestro idioma, donde no circula nuestra moneda, donde no se enarbola nuestra bandera, donde no se piensa, siente, ni actúa como argentino".

Si bien Ramos Mexía luego de Agricultura fue ministro de Obras Públicas, no pasó mucho tiempo y las obras comenzaron a concretarse. En 1910 se inició la construcción del dique en el río Neuquén, el gran canal y obras de riego. En 1909, el ferrocarril desde Puerto Deseado que quedó trunco en la precordillera y su similar, con inicio acelerado en 1909 desde puerto San Antonio al lago Nahuel Huapi, concluido en varias etapas. Sin duda, Ezequiel Ramos Mexía fue el padre de estos -y otros- emprendimientos patagónicos. Han transcurrido cien años desde que hizo nacer la ley que lo recuerda -no mucho- en la Patagonia.

Bibliografía y fuentes principales: Diario Sesiones Senadores-Diputados 1907/1908. Ramos Mexía, E. Mis memorias, 1936. Guerreño, R. M. Ley 5.559. Construcción del Ferrocarril (Rev. JIEHRN), 1972. Soares, E. E. Ferrocarriles argentinos, 1937. Martínez de Gorla, D. N. La colonización, 1993. Ygobone, A. D. Renacimiento, 1964. Pérez Morando, H. Ramos Mexía y los ferrocarriles, R. N., 1998. Sarobe, J. M. La Patagonia, 1935. Briano, H. A. El Ferro-Carril, 1991. Archivo y biblioteca diario "Río Negro". Biblioteca Legislatura del Neuquén. Biblioteca Patagónica (VECh) y otros.

HÉCTOR PÉREZ MORANDO,  Periodista. Investigador de historia patagónica
Especial para "Río Negro"

11/09/08
DIARIO RIO NEGRO

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