Desalojo de un astillero en la semana de la industria naval

Este jueves se festejará una vez más el sinsentido. En el Tecnópolis, el circo romano kirchnerista, se hará mención al Día de la Industria Naval y se lo muestre como otra conquista ganada. Mientras tanto, uno de los astilleros más emblemáticos del país, Astillero Contessi, sufre un hostigamiento político y económico que incluye la presión por el desalojo en el convulsionado puerto de Mar del Plata.

Este jueves se festejará una vez más el sinsentido. En el Tecnópolis, el circo romano kirchnerista, se hará mención al Día de la Industria Naval y se lo muestre como otra conquista ganada. Mientras tanto, uno de los astilleros más emblemáticos del país, Astillero Contessi, sufre un hostigamiento político y económico que incluye la presión por el desalojo en el convulsionado puerto de Mar del Plata.

Intervenido tras la muerte de Eduardo Pezzatti -el anterior presidente del Consorcio, que firmó el desalojo de Contessi, en julio de 2012- el puerto no levanta cabeza, demora las obras de dragado e intenta con una desprolijidad típica de la política y distanciada de la gestión eficiente un reordenamiento discrecional.

Matías Machinandiarena, puesto por el gobernador Daniel Scioli para ordenar un Consorcio plagado de deudas e irregularidades administrativas, hizo caso omiso a una denuncia que tomó estado legislativo y demandó pedidos de informes respecto de la deuda de uno de los tres astilleros con gradas del puerto: Terrena, empresa de SPI Astilleros, propiedad del subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, funcionario de un área que tiene ingerencia directa en sus negocios, y que persiste en una gestión reñida con los principios de la ley de ética pública. El Consorcio elevó un informe a la Subsecretaría de Actividades Portuarias (SAP) en el que detalla las deudas de los permisionarios. A pesar de los pedidos de la SAP para que se remita la información y el estado de deuda de Terrena, el Consorcio misteriosa o deliberadamente omite tal detalle: Terrena no figura entre los morosos.

Contessi, en tanto, aparecía con una mora de $ 731.784. Pero una carta documento lo intimó a pagar una deuda de $ 3,6 millones. Y a desalojar el predio. El canon que debe pagar aumentó un 160% y asciende a $ 80.000.

El canon fue recalculado en función de los metros cuadrados ocupados. Por haber invertido, paga un 272% más que Terrena, que no cumplió con las inversiones prometidas cuando le otorgaron el permiso de uso, a cambio de la exención del canon. A Contessi le ordenan desalojar el predio. A Terrena ni siquiera le reclaman deuda y opera con permiso de uso vencido.

Este jueves, mientras se relaten las ficticias delicias de una industria naval desvencijada, Contessi botará el pesquero “Trabajamos”. Sin dueño, fue construido para que los 60 trabajadores no se queden de brazos cruzados.

Por Emiliano Galli 

10/09/13

LA NACION

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