Buscan reducir la contaminación que producen los residuos pesqueros

La investigación apunta a convertir las 76 mil toneladas de desechos generados por la industria pesquera en las costas de todo el país en productos con valor agregado y además reducir la contaminación ambiental y visual que produce.


La investigación apunta a convertir las 76 mil toneladas de desechos generados por la industria pesquera en las costas de todo el país en productos con valor agregado y además reducir la contaminación ambiental y visual que produce.

Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata quieren aprovechar los residuos de los crustáceos marinos para generar formulados alimenticios y, al mismo tiempo, reducir la contaminación que producen esos restos que generalmente son descartados en basurales municipales o arrojados nuevamente a la costa.

Desde los laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP explicaron que tras la extracción de la parte comestible de los crustáceos -camarones, langostinos y cangrejos, entre otros- se genera un residuo sólido formado en su mayoría por los exoesqueletos.

“La idea es darle un valor agregado al residuo, poder usarlo como materia prima para producir otras cosas, como ocurre con las plumas de los pollos, que una vez descartadas sirven para hacer harina que luego será utilizada en alimentos balanceados para perros”, contó a LA CAPITAL Ivana Cavello, integrante del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (Cindefi) que depende de la UNLP e investigadora del Conicet.

El objetivo primordial es la obtención de quitina, de la que a su vez se obtiene quitosán, dos elementos que tienen diversos usos y aplicaciones.

“El quitosán tiene propiedades antifúngicas, por eso se están diseñando películas de recubrimientos para vegetales, por ejemplo las manzanas, para que no se pudran tan rápido”, detalló Cavello.

Y agregó que el quitosán se emplea también en la industria farmacéutica -para la fabricación de hilos de sutura- y en el tratamiento de los efluentes.

¿Y cómo se obtiene la quitina? “Mediante la utilización de microorganismos -bacterias o levaduras- que pueden crecer y degradar controladamente el camarón”, explicó la investigadora.

El resto del residuo pesquero “la parte que no se destina a quitina o quitosán- se utilizaría en la elaboración de alimentos para animales”.

Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, las 130 mil toneladas de crustáceos que en 2014 llegaron a las costas argentinas produjeron alrededor de 76 mil toneladas de desechos.

Premios

Esta investigación titulada “Recuperación de compuestos bioactivos con potenciales aplicaciones tecnológicas a partir de residuos de la industria pesquera por medio de tecnología enzimática” recibió en 2014 el premio Innovar en la categoría “Universidad” en el Concurso Nacional de Innovaciones.

Además obtuvo una mención al “mejor trabajo de investigación” en el Tercer Simposio Argentino de Procesos Biotecnológicos. (La Capital – Mar del Plata)

28/05/15

 

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