Apuntes tras la resaca navideña (Mar del Plata)

La realidad es impiadosa con el puerto marplatense. Sin dragado y con miseria entre sus trabajadores, nada es lo que parece. Uno de los conflictos más trascendentes, y que sigue sin solución, es el de los trabajadores de la estiba.


La realidad es impiadosa con el puerto marplatense. Sin dragado y con miseria entre sus trabajadores, nada es lo que parece. Uno de los conflictos más trascendentes, y que sigue sin solución, es el de los trabajadores de la estiba.

El puerto de Mar del Plata despide el año sin mucho para celebrar y con problemas que persisten pese anuncios que intentan ponerlos en caja.

Papá Noel tachó de su lista de regalos la draga engrampadora que habían incluido para la Noche Buena  Randazzo, Pulti y Machinandiarena. Dicen que la plata está -54 millones de pesos antes de comenzar los trabajos, pero la draga no aparece-. El Intendente y el Interventor del Consorcio, -una vez más y van…- quedaron a contramano de la realidad, presos de su incontinencia discursiva.

En las últimas horas, previo al brindis navideño, el Jefe Comunal se sacó una foto con Scioli. Anunciaron la presencia en una convención internacional de Cruceros para instalar a nuestra Terminal invicta en el calendario internacional… Ojalá solo fueran incorregibles.

Embancados ya no en sedimentos pero sí en intrascendencia pasan las Fiestas de Fin de Año los obreros de la industria del pescado. Este 2013, sin paros ni conflictos graves, mostró una merma significativa en la ocupación horaria de los trabajadores ligados al procesamiento en los frigoríficos. Un 30% dicen en el SOIP, el gremio que los consuela y trata de contenerlos como puede.

Y acá incluyen al Jefe Comunal, que prometió en el 2012 encabezar la registración laboral, y hoy solo puede apurar un expediente en el Concejo para la condonación de la deuda por tributos municipales que liberen a la sede gremial y de la obra social del riesgo de remate.

Mar del Plata sigue siendo el principal puerto pesquero del país y este año consolidó tal posición con una suba en los desembarques, de la mano del calamar, que tuvo una zafra récord, pero que no genera mayor carga horaria en la planilla de los obreros. Se exporta entero, así como se descarga.

Pero en el mayor puerto pesquero los contrasentidos lejos de desdibujarse se tornan tangibles. Se hacen nítidos como las olas que rompen contra el banco de arena que prolonga con sedimentos la Escollera Sur, ahora repavimentada. Fileteros, peones y envasadoras deben mendigar bolsones de comida porque a lo que ganan le falta mucho para ser un salario digno.

Pasará el 2013 y con él otro año en que los viejos estibadores esperaron la jubilación especial sin mayores novedades que nuevas promesas. Que el decreto de Kirchner, que el coeficiente, que la determinación de aportes… Piquetes en las terminales portuarias o bloqueos en las oficinas de ANSES, nada dio resultado. Quizás en el 2014 el secretario General del SUPA, Juan Carlos Mezzamico se anime y les diga a  sus a afiliados que sin aportes, no hay chances de conseguir otra jubilación que la mínima. Quizás…

El 2013 se va y en la lucha por la registración laboral se han perdido varias batallas y  más allá de anuncios oportunistas, la situación de fondo no cambia. Como en la clausura de la planta “El Delfín”, definida por AFIP el pasado 3 de diciembre, en Irala 3361.

En el establecimiento los inspectores detectaron 127 cajones de madera de 20 kilos con abadejo y pollo de mar. La materia prima no tenía documentación respaldatoria y los 11 operarios estaban en situación irregular. Desde AFIP resolvieron una clausura preventiva y el secuestro de la mercadería.

Luego del anuncio público con el balance de las acciones realizadas y el perjuicio que genera la evasión fiscal y previsional, a las pocas horas la “normalidad” regresó a la planta “El Delfín”.

Según denunciaron los propios vecinos ante la AFIP, la faja de clausura fue cortada con la facilidad de quien sella un formulario, y otro, y otro. A la semana los inspectores volvieron a clausurarla, pero volvieron a violarla con la misma impunidad para que pueda ingresar un utilitario color blanco y seguir procesando pescado en la clandestinidad.

Tras las clausuras, “El Delfín” comenzó a trabajar en horarios disímiles, generalmente nocturnos, casi de madrugada, a contramano con la disponibilidad del personal que dispone la AFIP.

El 11 de diciembre, manos anónimas volvieron a retirar la faja de clausura y al otro día, a plena luz, metieron un camión de caja verde, de culata, por el portón para descargar mercadería. Eso dice la denuncia que recibió AFIP en la Delegación Puerto.

Eduardo Bellini, jefe de Investigaciones del organismo y quien ofició de vocero en las dos clausuras que realizó la Agencia en los últimos 45 días, no volvió a levantar el teléfono para responder preguntas.

Felicidades.

Por Roberto Garrone

26/12/13

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