Los costos que señaló el diputado nacional son correctos, aunque sucede porque el transporte marítimo es más barato que el terrestre. Pese a esto, en el país existe una baja participación del ferrocarril en las cargas, que es más económico para grandes distancias.
Los costos que señaló el diputado nacional son correctos, aunque sucede porque el transporte marítimo es más barato que el terrestre. Pese a esto, en el país existe una baja participación del ferrocarril en las cargas, que es más económico para grandes distancias.
Durante una entrevista en radio Mitre, el diputado nacional por el Frente Renovador, Sergio Massa, se refirió a la situación del sector agropecuario. Mencionó la necesidad de ampliar la superficie sembrada, pero teniendo en cuenta la logística interna. “Un productor de Salta paga más caro el flete de Salta a Rosario que de Rosario a Rotterdam”, ejemplificó y apuntó al menor costo que implica el traslado en ferrocarril con respecto al de camiones.
Los costos que señaló Massa son correctos, aunque sucede porque el transporte marítimo es más barato que el terrestre, tanto en la Argentina como en el resto del mundo. Pese a esto, en el país existe una baja participación del ferrocarril en las cargas, que resulta más económico para grandes distancias y en particular para sectores como el de granos, al que se refirió el diputado.
La distancia entre Salta y Rosario es de entre 1.200 y 1.300 kilómetros, y trasladar una tonelada de cereales y oleaginosas cuesta $550, US$ 67 al tipo de cambio oficial, de acuerdo con las tarifas que publica la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (Fadeeac).
El envío desde la Argentina hacia Rotterdam, Holanda, cuesta US$ 19 por tonelada, menos de un tercio, pese a estar ubicada a 11.000 kilómetros del país. Estos datos provienen de la Dirección de Mercados Agrícolas, que depende del Ministerio de Agricultura de la Nación, y se actualizan semanalmente.
El traslado desde Salta a Rotterdam costaría entonces en total US$ 86 por tonelada, donde aproximadamente el 80% corresponde al transporte terrestre interno, y el 20% restante al transporte marítimo, que representa el 90% del trayecto.
Esto no sucede solo en la Argentina. “El transporte terrestre siempre es más caro que el acuático por unidad de tráfico (tonelada por kilómetro), aquí y en todo el mundo. Las razones son tecnológicas (el esfuerzo que requiere el desplazamiento en cada superficie) y de capacidad de los vehículos (cantidad de toneladas entre las que se reparten los costos fijos y de movilidad)”, explicó Carmen Polo, economista especializada en el sector transporte.
Jorge Sánchez, investigador del Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial (C3T) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), coincidió con Polo y destacó que por las grandes cantidades de contenedores que traslada cada barco los costos van a ser menores que en el transporte terrestre, por más que se incremente la participación del ferrocarril en las cargas.
Un reporte de 2013 del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) muestra que en el costo de exportar soja a China desde ciudades como Davenport o Minneapolis (Estados Unidos) o desde Santos (Brasil), el transporte oceánico es menos de la mitad, pese a que la distancia es mayor.
Más allá de esto y como mencionó Massa, dentro del transporte terrestre el ferrocarril en general es más barato. “Para volúmenes importantes, el costo de movilidad del ferrocarril es menor que el del camión (en términos también de unidad de tráfico)”, señaló Polo, aunque agregó que la comparación se puede volver más compleja al tener en cuenta factores como el deterioro de la red vial por los camiones pero también el fuerte costo de la infraestructura ferroviaria que requiere gran cantidad de tráfico para justificarse.
“Un rasgo distintivo del transporte de cargas en la Argentina es la marcada preeminencia del transporte carretero. Alcanza una participación del 94% en el volumen total de cargas, incluso en tráficos en los que otros modos, como el ferrocarril, pueden ser socialmente más eficientes. A pesar de que la Argentina genera grandes movimientos de graneles, el ferrocarril sólo transporta el 5% de las cargas”, señala un informe del Centro para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
En comparación con otros países de la región y del mundo, el porcentaje transportado por tren en la Argentina es bajo, como demuestra la comparación sobre “Distribución modal de las cargas de cabotaje de larga distancia en Argentina y un conjunto de países seleccionados” realizada por Sánchez, aunque no todos los tipos de cargas, o lugares de origen y destino, son igualmente transportables por los distintos medios.
“El transporte ferroviario encuentra su mejor desempeño en topologías llanas, en distancias largas y para grandes volúmenes de carga”, menciona Sánchez en su estudio, donde concluye que una reactivación ferroviaria puede darse en algunos corredores, como en productos de la minería y en los granos, aunque “fuera de ello, es probable que la reactivación sea más un deseo que un futuro esperable”.
En 2011, el en ese entonces candidato a presidente por la Unión para el Desarrollo Social (Udeso), Ricardo Alfonsín, había dicho una frase similar a la de Massa. (Chequeado.com)
28/07/14