Sin el BNDES, la proveedora de sondas de Petrobras recibirá socorro multimillonario (Brasil)

(FNM) Tras dos meses de negociación, Petrobras, socios y acreedores de Sete Brasil llegaron a un acuerdo que contempla una nueva inyección de alrededor de US$ 4.000 millones en la empresa, socia de la petrolera estatal en la exploración del presal.

(FNM) Tras dos meses de negociación, Petrobras, socios y acreedores de Sete Brasil llegaron a un acuerdo que contempla una nueva inyección de alrededor de US$ 4.000 millones en la empresa, socia de la petrolera estatal en la exploración del presal.

El BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), que era el ancla financiera del proyecto original, esta vez quedará afuera del rescate de la compañía.

Los fondos provendrán de los actuales acreedores, de astilleros asiáticos que ya están en el negocio y de bancos de desarrollo extranjeros.

El plan será votado en los próximos días por el consejo de administración de Petrobras y por las direcciones de los bancos acreedores. Si todo se desarrolla como se ha planeado, la empresa volverá a recibir financiamientos hacia fines de octubre.

Sete comenzó a desmoronarse a fines del año pasado, cuando su nombre apareció en la Operación Lava Jato, que investiga un esquema de corrupción en Petrobras. Después de ello, el BNDES cambió de postura y decidió no liberar directamente a Sete el financiamiento de largo plazo ya acordado para permitir a la empresa seguir adelante.

En ausencia de esos fondos, el proyecto fue completamente reformulado en los últimos dos meses. El plan original del  gobierno era que Sete construyese 29 buques de perforación (sondas) para arrendar a Petrobras, que es al mismo tiempo cliente y socia de la compañía.

Después del nuevo ajuste, la petrolera va a arrendar 19 buques de perforación. Pero solo 15 de estos serán de Sete Brasil. Los otros cuatro están siendo negociados con Odebrecht y un grupo de inversores japoneses, que tendrían financiación del JBIC, el banco de desarrollo de Japón.

Si se concreta la venta, la contratista arrendará las unidades directamente a Petrobras. Consultada, Odebrecht no se pronunció sobre el tema.

De los 15 barcos, 2 serán construidos por el Astillero Rio Grande y 13 por Jurong y Brasfels, todos en Brasil. Los dos últimos acordaron financiar cuatro unidades por cuenta propia, aliviando la caja de Sete.

Entre los diez barcos que fueron cancelados están los siete que iban a ser construidos por Astilleros Atlántico Sur (EAS), que canceló el contrato con Sete en febrero, por falta de pago.

Deuda

El arreglo para sustituir los fondos del BNDES forzó a los acreedores de Sete a renegociar una deuda de R$ 12.000 millones. Ahora, ellos recibirán cerca del 30% del débito y convertirán el resto en un financiamiento de largo plazo, asumiendo así el papel que antes era del BNDES.

Ello no impide que el Banco do Brasil, Caixa Econômica Federal, Bradesco, Itaú y Santander, acreedores de Sete, busquen fondos en el BNDES, por su cuenta y riesgo, para financiar la compañía.

Bradesco y Santander también son socios de la empresa Sete, junto con BTG Pactual, varios fondos de pensión de empresas estatales y  Petrobras.

Ejecutivos involucrados en las negociaciones dijeron a Folha que el acuerdo salva a Sete, pero que el precio será alguna pérdida para los acreedores y socios.

Petrobras también debió ceder algo. La estatal intentó reducir el valor del alquiler de los barcos perforadores. Pero finalmente terminó por aceptar el pago que se había acordado en el proyecto original.

(Folha de São Paulo en Portos e navios. Adaptado al español por NUESTROMAR)

13/06/15

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