Una parte del Mar Caspio podría desaparecer si siguen creciendo las temperaturas

El Mar Caspio, situado entre Europa y Asia, es el mayor cuerpo continental de agua de la Tierra.

El Mar Caspio, situado entre Europa y Asia, es el mayor cuerpo continental de agua de la Tierra.

 

Mide alrededor de 371.000 kilómetros cuadrados y su profundidad media es de 170 metros, aunque la máxima es de 995. Este lago ha estado evaporándose lentamente durante las últimas dos décadas debido al aumento de las temperaturas asociadas con el cambio climático, según un nuevo estudio. Los niveles de agua han bajado casi 7 centímetros por año desde 1996, unos 1,5 metros de pérdida en cifras de 2015, según estos datos. El actual nivel del mar Caspio está a solo un metro por encima de su nivel más bajo, alcanzado a finales de la década de los 70.

Los investigadores, que publicaron su trabajo en Geophysical Research Letters, han relacionado la evaporación sobre el mar Caspio con el cambio climático y el aumento de las temperaturas del aire de superficie. Según el estudio, la temperatura media anual de la superficie sobre el mar Caspio se elevó alrededor de 1ºC entre los dos períodos de tiempo estudiados, 1979-1995 y 1996-2015. Probablemente la disminución continuará mientras el planeta continúe calentándose, afirman.

Los autores, Jianli Chen, del Centro para la Investigación Espacial de la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.) y Clark Wilson, geofísico del mismo centro, compararon datos satelitales existentes con otros realizados desde la superficie y notaron que los niveles de agua del Mar Caspio estaban experimentando cambios significativos. Así que analizaron las tres principales influencias sobre los niveles de agua del Mar Caspio: el agua de los ríos que desembocan en el mar, la precipitación y la evaporación. Recopilaron información sobre los cambios en el nivel del agua observados por los satélites, los registros de precipitación y drenaje en el mar de los ríos y las estimaciones de precipitación y evaporación de los modelos climáticos y, de este modo, elaboraron un registro de la contribución de cada uno de estos factores a los cambios observados.

La evaporación, la principal culpable

Descubrieron que el nivel del Mar Caspio aumentó en unos 12 centímetros por año desde 1979 a 1995. Sin embargo, en 1996, el nivel del mar comenzó a descender y disminuyó en un promedio de casi 7 centímetros por año hasta 2015. Entre 1996 y 2015, el nivel del mar Caspio descendió 1,4 metros. La evaporación contribuyó a cerca de la mitad de esa disminución, mientras que los efectos combinados de la precipitación y los cambios en la descarga del río fueron los responsables de la otra mitad. Según el estudio, las tasas de evaporación observadas se asocian con el aumento de la temperatura del aire superficial y otros factores climáticos como la humedad superficial y el viento. Por lo tanto, el estudio proporciona la primera evidencia convincente de que el aumento de la evaporación sobre el Mar Caspio es una fuerza clave del cambio del nivel del mar.

Si la tendencia actual de una disminución de siete centímetros por año continúa a un ritmo constante, en alrededor de 75 años, la parte norte del mar podría desaparecer, afirman, un hecho que resultaría dramático: el Mar Caspio está rodeado por cinco países y contiene una abundancia de recursos naturales y fauna diversa. El mar también contiene reservas de petróleo y gas natural, y es un recurso importante para la pesca en los países vecinos. “La evaporación tendrá el mayor impacto en la parte norte del Mar Caspio, porque gran parte del agua en esa área tiene menos de cinco metros de profundidad”, dijo Wilson.

Un equipo de científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) fechó hace unos meses la primera “catástrofe ambiental causada por el hombre”: la erosión en el Mar Muerto, hace más de 11 mil años. Este lago se encuentra a unos 80 kilómetros al este del Mediterráneo, ubicado entre Israel, Jordania y los Territorios Palestinos. Su cuenca está situada a más de 400 metros bajo el nivel del mar, con lo que ostenta el título de la zona más hundida de la superficie de la Tierra. Sus aguas entre seis a diez veces más saladas que las de cualquier océano y en ellas solo pueden sobrevivir unos pocos tipos de microorganismos. Sgún la investigación, publicada el pasado junio, su erosión no se puede explicar por procesos naturales, ya que resulta incompatible con los acontecimientos tectónicos y climáticos conocidos durante ese periodo. El fenómeno, según estos investigadores, se produjo durante la revolución neolítica, con el crecimiento vertiginoso de la población humana en el planeta, la expansión de la agricultura y el pastoreo, procesos que intensificaron la erosión de la superficie y aumentaron la sedimentación. (Beatriz de Vera, N+1)

02/09/2017

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